CAPÍTULO 01

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Luke

Estoy perdido y confundido, lo sé, esa combinación es horrible y la estoy experimentando ahora. ¿Por qué estoy confundido?, simple, me mudé y tengo una nueva escuela; nueva vida; nuevos compañeros; nueva casa y podría nombrar todo el resto de cosas nuevas que tengo ahora, pero no quiero perder el tiempo pensando en esas bobadas. Maldigo el día en que mi papá cruzó la puerta de entrada diciendo que lo habían ascendido de puesto, al principio estuve muy feliz de la idea, esta fue cambiando cuando dijo que era en otra ciudad del país. Se me derrumbó todo, ahí tenía a mis amigos de toda la vida y era integrante del equipo de fútbol americano en la escuela. Ahora estoy entrando a un nuevo instituto, donde nadie me conoce y muy confundido, esto es gigante y hay tanta gente que siento que me pisarán en cualquier momento. Digo, al instituto que iba era grande, pero lo conocía a la perfección, no sabía a donde tenía que ir ni que tenía que hacer, estaba distraído cuando choco con alguien. Las cosas se me cayeron al suelo, así que las recojo rápidamente para pedir perdón a la persona con la que choqué.

Levanté la vista y vi a un profesor, aunque se veía muy joven para ser uno.

-Disculpe, no volverá a pasar, iba un poco distraído- dije un poco apenado.

-Claro, no se preocupe. ¿Eres nuevo, verdad?

-¿Tanto se nota?- pregunté con cautela.

-Sí, demasiado- dijo riéndose- Soy el director Heron, bienvenido.

-Oh claro, mi nombre es Luke- estreché su mano.

-Ven, vamos a mi oficina para luego llevarte a tu clase- limité a asentir y seguirlo- ¿Preparatoria?

-Sí, penúltimo año- asintió.

Llegamos y le pidió a su secretaria un horario para mi año.

-Sígueme, porque se ve que estás en las nubes y no sabes ni cual es tu nombre- dio con un sonrisa burlona. Nunca había visto un director tan relajado y buena onda, mi anterior director era un viejo amargado.

-Claro.

Caminé demasiado, hasta estaba jadeando un poco. Llegamos al fin a mi clase, claro, creo que me crucé un océano. Que tonto, si hubiera cruzado un océano lo hubiera hecho nadando, pero eso no es el tema ahora.

-Bueno Luke, salón B032, disfruta tus dos preciosas horas de matemática. Adiós- se fue corriendo, era como un adolescente más. No tuve ni tiempo de decirle adiós.

Toqué la puerta hasta que me abrió un hombre alto con cabello castaño, ¿es qué acaso todos los profesores eran jóvenes?.

-Buenos días, le aviso que está llegando tarde, chico.

-Emm... bueno... yo me perdí y vine con el director Heron, pero se fue corriendo- le expliqué encogiéndome de hombros. De la nada se comenzó a reír, esta ciudad estaba llena de gente loca, apenas tenía un día aquí y ya me había dado cuenta de eso.

-Claro, pasa y preséntate. Ah y soy el profesor Brown.

Cuando entré al salón, todos me miraban con cara de asco, ¿nunca habían visto a un nuevo?, al parecer no. ¿Qué tenía la gente de Miami?

-Hola... eeh... no sé que decir- dije mirando al profesor, era una presentación muy Luke. Escuché su risa y la risa de mis nuevos compañeros.

-Vamos, sólo di tu nombre- dijo una chica del fondo.

-Claro, soy Luke. ¿Ya?- volvieron a reír.

-Bueno Luke, anda siéntate al lado de Amber- lo miré confundido, ¿cómo carajos iba a saber quién era Amber?- La rubia, muchacho- lo susurró.

Llego a la carpeta que está al costado de la dichosa rubia, levanto mi mirada y la veo. Me quedé embobado mirándola, es muy bonita, me sonrió cálidamente. Dejé de mirarla sino iba a quedar como un tonto, me senté cuando el profesor Brown comenzó a explicar la clase, no le tomé mucha atención, ya que esto ya lo había estudiado en mi antigua escuela, era muy fácil. No es por ser presumido, pero soy muy bueno en números aunque deteste los números. El tiempo se pasó relativamente rápido, cada momento veía de reojo a la rubia de mi costado, era inevitable. Tiene unos lindos ojos marrones y una sonrisa cautivadora, ¿amor a primera vista?, no lo creo.

Sonó el timbre y el salón se quedó vacío, se esfumaron, literalmente. Salí último o eso creía, porque vi a la rubia salir detrás mío.

-Hola...

-¿Me hablas a mí?- ella rió.

-Claro, no hay más personas.

-Lo siento, soy tonto. Luke y ¿tú?- me miró y luego sonrió, no dejaba de sonreír y eso me encantaba.

-Amber. Eres nuevo y no sé, quería invitarte a mi mesa en el almuerzo, ¿quieres?- dijo un poco tímida. Vaya, aparte de linda, tiene buen corazón. ¿Esperen... dije eso en voz alta?- Entonces... ¿qué dices, Luke?

-Sí, claro, me encanta la idea. Te veo luego, Amber- ella se fue con una gran sonrisa.

Después de eso, tuve otras dos largas horas de química, el mundo conspira contra mi hermoso ser. La clase no estuvo ni aburrida ni alegre, eso es a lo que llamo termino medio, la profesora es una amargada de la vida y detesta a las personas, sobre todo a los adolescente, no entiendo porque enseña en la preparatoria si los odia, cosas que nunca sabré. Al fin es hora de almuerzo y veré a Amber. Camine, o mejor dicho, corrí hasta el comedor para poder encontrar comida. De pronto la vi en una mesa charlando con unos amigos, levantó la vista y me vio, se disculpó y vino hacía mi.

-Luke, yo tengo tu almuerzo. Me adelanté a los hechos, que digamos- dijo guiñándome el ojo. Dios bendito, díganme que no acababa de hacer eso. Me voy a desmayar.

-Que considerada, gracias.

-De nada, para eso estoy. Ah y te quiero presentar a unos amigos, te van a caer bien, son un poco raros o no lo sé, tú verás como son- dijo trabándose un poco, me limité a asentir y seguirla.

Llegamos a su mesa y vi a seis chicos sentados en ésta, estaban muy ensimismados en su conversación que de momento me sentí fuera de lugar, hasta que Amber llamó la atención de todos.

-Les presento a Luke, es nuevo- dijo sonriendo, los seis me miraron fijamente y ahora que lo recuerdo, creo que los había visto en la clase de matemática- Ya, dejen de mirarlo que lo están intimidando. Bueno Luke, te los presento. La rubia es Anna, la castaña pequeña es Abby; lo siento Abs, tenía que decirlo- me reí cuando vi la cara de la chica arrugarse un poco por el comentario que hizo Amber- y la otra castaña es Sofía. El chico de la derecha es Stefan, el de la izquierda es Thomas y por último...- no lo pudo decir porque alguien la cortó.

-Dylan, su novio- dijo el chico del medio un poco molesto.

-Sí, me robaste la palabra, cariño- dijo ella risueña. Tiene novio, por eso digo que el mundo conspira en mi contra. Después de la incómoda presentación, me senté al igual que Amber.

-Hey, perdón por no presentarme bien o mejor dicho no presentarme. Thomas- dijo el chico de la izquierda, ya me caía bien.

-Oh, claro. Soy Stefan- dijo el otro. Las chicas me miraron un rato más hasta que sonrieron.

-Sofía, pero dime Sofi, recuerdo cuando era nueva, todos me miraban como si fuera un bicho raro- habló riéndose- Chicas, hablen...

-Anna y Abby- dijeron señalándose la una a la otra y hablando al unísono, ¿cómo hacían eso?. Reí un poco hasta que se amenizó un poco el ambiente, mire donde estaba Amber, al parecer estaba muy ocupada compartiendo saliva con su noviecito, eso ya no era importante, había conocido personas en mi primer día. Ahora sólo falta conseguir una vacante para el equipo de fútbol, me han dicho que es muy bueno y así mi vida está solucionada, relativamente. Después de todo, mudarse no fue tan...horrible.

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