Peligrosamente.

Capítulo 2.

Capítulo 2.

La primera vez que te vi, pensé que eras realmente hermosa. Quería acercarme a ti, pero no lo hice. Estaba un poco nervioso -cosa rara en mí- por lo general, era muy extrovertido, no me costaba hablar con los desconocidos, hacer nuevos amigos, era el coleguita de la universidad. Sin embargo, contigo fue diferente, ¿el por qué? No lo sé, pero esa sensación de nervios era nueva para mí...me quedé observando como reías y hablabas con tus amigas, yo solo pude quedarme como un estúpido viéndote, casi como un acosador pero realmente no me sentía así...

Conectamos miradas un par de veces, pero la novena fue la vencida -Sip, las había contado-, recuerdo que tu forma de mirarme fue...intensa. Trague duro en ese momento y desvíe la mirada, aunque por el rabillo del ojo pude notar un astibo de sonrisa por tu parte.

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El segundo encuentro fue en una fiesta. Había pasado casi un mes desde que te veía, cada vez que lo hacia en solo un misero segundo gracias a la universidad.

Llevabas puesto un vestido rojo. Nunca había sido fan de ese color, siempre lo pasaba por alto pero viéndolo en ti, hasta lo había convertido en mi segundo color favorito, el primero eran tus ojos color chocolate.

Cursi, lo sé.

Sin embargo, esos eran los pensamientos que albergaban mi mente, cosas como: hermosa, radiante, dulce...perfecta.

Por fin me había decidido a hablarte, era mi oportunidad. Había repasado el plan una y otra, y otra vez. Estaba nervioso, no dejaría que eso me asustara. No quería que nada saliera mal...

Aunque, no contaba con que tu amiga, me vomitara los zapatos. Yo sólo podía sentir la vergüenza mientras tu...estabas allí viéndome, divertida por la situación. Pude reconocer un sentimiento de pena viniendo de ti. Por tu amiga y por mi.

-¡Oh por Dios! -La voz quebrada y ronca de tu amiga me había sacado de mis pensamientos.- ¡Lo siento tanto!

-Uh, descuida, no hay problema. -No aparté la mirada de ti. Tú, sin embargo, miraste a tu amiga, quien seguía diciendo que lo lamentaba.

Si, al final todo fue un fracaso, pero...pude acercarme a ti. Algo era algo.