Capítulo 3.

52 12 5
                                    

A la semana siguiente no esperé verte esperando en la puerta de mi salón.

Estaba feliz, luego me di cuenta de que tal vez esperabas a alguien más y mi momento feliz se había arruinado. Quería creer que estabas ahí parada por mí y por nadie más. Que absurdo, solo te conocía de vista, al menos que fuera amor a primera vista y yo no creía en eso...

Hasta que tu mirada en reconocimiento hacia mi me hizo sentir que flotaba en la nube de Goku.

Te acercaste un poco desconfiada por las miradas de algunos pocos estudiantes que quedaban en el recinto, ya que al ser de diferentes facultades era raro ver a una estudiante de arte en la facultad de derecho.

—Eh, hola...—Tu voz era hipnótica.— Quería disculparme por lo que hizo mi amiga en la fiesta.

Tardé unos segundos en recordar a que te referias...

Yo, su amiga, vómito de su amiga en mis zapatos, plan fallido.

—Si no es mucha molestia, yo quisiera invitarte el almuerzo...ya sabes, para enmendar el error.

Seguía como bobo viéndola a ella, sin siquiera pestañear. Hasta que reaccioné.

—¡Claro!, aunque ¿no debería ser tu amiga la que me invite? —Estúpido, realmente estúpido. ¿Eso era lo mejor que podía decir?.

—Verás, ella me pidió el favor de invitarte.

Con que era eso. La decepción me golpeó por segunda vez, y ella pudo notarlo. Rápidamente ella agregó: —Sin embargo, yo...quería hacerlo voluntariamente.

Sonrió, yo sonreí y me sentí volar otra vez.

:

Así comenzó nuestra amistad, con una invitación a un almuerzo.

En ese almuerzo me di cuenta de que teníamos muchas cosas en común. Empezando por la música, series de televisión, comida favorita y otro sin fin de cosas, me emocioné al saber que compartíamos casi todo.

Los meses pasaron y siempre me sentaba contigo para hablar y discutir de algún capítulo de alguna serie, amaba tu risa y tú amabas que te hiciera reír. Amaba la forma en que arrugabas la nariz al estar en desacuerdo conmigo o cualquier cosa que te desagradara. Amaba todo de ti. Tus expresiones, sonrisas, tu mirada tan intensa al verme, me gustaba sentir la explosión de emociones que me atacaban con solo verte, y eso me hacía sentir, de alguna forma, vivo.

Poco a poco fui sintiendo algo más fuerte por ti, quería decírtelo pero sentía que era demasiado apresurado. Quería llevar las cosas con calma.

Sin embargo, un día mis emociones explotaron sintiendo las ganas de besarte... Y así lo hice.

Al principio me miraste sorprendida y  tu cuerpo lo tenias tenso, luego poco a poco fuiste correspondiendo.

Fue el mejor beso que haya dado en mi vida, era un mar de emociones. Me sentía en la cuerda floja o casi como tocar el cielo ¡por un simple beso!. Tu olor, sabor y forma tan cálida de verme al separarnos me habían vuelto loco y quise besarte otra vez. Lo hice.

Estaba alucinando y mi lado cursi en modo: "On" no se hizo esperar.

Peligrosamente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora