Valdebebas, Madrid.
Elena conversa con Marcos sobre lo ocurrido ayer.
- ¿Entonces te importa Marco?
- Yo ahora no sé nada.- balbucea la castaña.
- Elena, tienes que decírselo.- suspira.
- ¿Qué le tengo que decir?- pregunta confusa.
- Lo que sientes.
- Ni yo misma sé lo que siento Marcos, ni yo misma lo sé.- concluye en un tono cansado que disminuye con el transcurso de la frase.Llorente se queda observándola unos segundos, pues no sabe muy bien como actuar.
El mallorquín llega de nuevo tarde al entrenamiento, ni siquiera Zidane le da importancia.
Parece que todos han desistido, pero ella sabe que solo por la lucha interna que puede tener dentro el chico, quizás merezca otra oportunidad, un poco de atención, ella cree que puede hacerlo ver las cosas desde otro punto de vista.- Tengo que bajar ya.- el rubio hace un puchero.
Elena ríe, ciertamente incómoda.
El madrileño deposita un beso tan corto y dulce como inesperado sobre los labios de la joven periodista.
Suspira, Marco lo ha visto.Cena de empresa, restaurante Casa Lucio, Madrid.
- Se acerca una de las partes más intensas de la temporada, con ella las Navidades, comienzo de clasificatorias en Champions, Copa del Rey, y jornadas en las que no se pueden perder puntos de La Liga.-expone Florentino, captando la atención de todos los asistentes a la cena.
Está incómoda, aunque los chicos la hacen integrarse, la han invitado a la cena y no podía rechazar la propuesta viniendo del presidente, al cual los chicos han puesto empeño en convencer.
Todos se llevan a la perfección con la vivaz y alegre Elena, no había excepción, es considerada una más del equipo, incluso viaja con ellos, aunque es lógico y protocolario por la función que desempeña.Sentada entre Llorente y Lucas Vázquez es intimidada por la profunda mirada que porta el mallorquín, carecedora de vivacidad.
Ella ha aprendido a dejar el orgullo a un lado cuando es necesario y cree que en esta situación lo es.
Aún les aguardaba una larga noche, por lo que prepararía su actuación a lo largo de la misma.
Cenan entre especulaciones, comentarios y propuestas sobre la temporada.
Al finalizar la velada deciden ir a un reservado en el centro de Madrid.1.00 a.m.
Toman aire, cada uno con una finalidad.
Ella se acerca a él esperanzada y él solo precisa paciencia para aguantar en aquel local.
Aún con la mirada puesta en el suelo se percata de la presencia de la castaña.- Vamos Marco, tienes que animarte.- invita cordial y tiernamente.
- ¿No estás enfadada?- inquiere sorprendido.
- Te perdono si me concedes este baile.- dice divertida.El chico ríe, le recuerda a la pureza de la adolescencia y eso le lleva a aceptar.
Suena Taburete y ambos intercambian sonrisas, miradas y por supuesto risas y roces inocentes llenos de intención.Este acto, un pequeño gesto, hace que adore cada vez más la forma de ser de la chica y valore los detalles que lo conducen a la felicidad.
Actualizo desde la playa, acordándome de vosotros.
Muchas gracias por el apoyo.❤️
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Se han olvidado a qué huele la luna | Marco Asensio.
Fanfiction¿Cómo dejar de querer lo que empezaste a querer sin querer? Ella amaba vivir encerrada en la pureza del pasado, sentir y ser libre, el olor de un buen libro nuevo, las flores en primavera y el sonido de la lluvia en el cristal, adoraba los pequeños...