Una Mirada Hacia El Pasado (Draco Malfoy )

Capitulo tres....

El sol brillaba en la ciudad, las personas pasaban de un lado a otro, Draco y Samantha se encontraban en una pequeña cafetería cerca de la estación de trenes, los ojos de el se posaban en ella, la manera en la que jugaba con sus manos, como miraba impaciente para todas direcciones, como se llevaba a los labios su segunda taza de café, dejando a su paso una pequeña gota en el labio inferior de la chica, volviendo loco a el hombre la manera tan delicada de pasar la punta de su lengua para limpiarla

- Me debes una explicación- hablo cuando al fin había salido del trance que aun le provocaba

- Draco... ya es muy tarde para hablar de eso- ella coloco la taza de café en la mesa, sin mirarlo a la cara- sinceramente, creo que no vale la pena

- que no?- subió de tono- te apareces después de 13 años con una niña que podría ser mi hija y dices que no vale la pena

- por favor, baja la voz- Samantha se llevo una mano a la frente- esta bien.... hablaremos 

***

En el expreso color escarlata, Beth caminaba por los pasillos, en su hombro colgaba una pequeña bolsa, buscaba entre los vagones algún sitio en donde colocarse mientras llegaba la hora de llegar a su destino

- hola- hizo un movimiento con la mano, colocándose a un lado de la puerta del compartimiento donde se encontraban un rubio y un pelo negro- les molesta si me quedo aquí?.... el tren esta lleno

- adelante- contesto el pequeño rubio con la boca llena de golosinas, Beth se aproximo a sentarse delante de los pequeños

- soy Beth Pemberton- se presento 

- Scorpius Malfoy- dijo el rubio que aun no podia tragar lo que tenia en la boca

- yo soy Albus Potter- termino con las presentaciones el pelo negro

- eres hermano de James- pregunto sonrojada , Albus asintió- ambos entraran a su primer año verdad?- esta vez los dos asintieron aun comiendo, Scorpius le ofreció un bocadillo, ella lo acepto- es perfecto, yo estoy en Slytherin, donde quieren quedar ustedes?- dijo con una sonrisa en sus labios dándole una mordida al bocadillo

- pues, mi familia siempre ha estado en Slytherin- contesto Scorpius resignado

- la verdad yo no se aun- Albus agacho la cabeza

- ojala que les guste el castillo chicos

- ustedes son familiares?- hablo Albus

-no que yo sepa- contesto Scorpius

- no lo se- Beth agacho la mirada - mi madre no habla de su familia... ni siquiera conosco a mi padre- suspiro mirando hacia la ventana

- lo siento- dijo Albus mostrando una sonrisa de lado

- no te preocupes ya me acostumbre

- en realidad cualquiera diria que son hermanos- los rubios se miraron intrigados

- ¡nooo, eso seria una locura!- dijeron al unisono, los tres soltaron una risa

- si eres de tercero, no entiendo como es que no tienes con quien sentarte en el tren- Beth agacho la mirada, como podría decirles que ella no tenia ni un solo amigo, no era una chica muy social

- me gusta hacer nuevos amigos- se animo a decir- ustedes parecen buenos chicos

- lo somos- Scorpius miro de reojo a Albus- bueno al menos yo- se echo a reír ante la mirada acusadora del pequeño Potter

- entonces supongo que seremos muy buenos amigos- Albus pensaba en la posibilidad de quedar en Slytherin, su hermano James, había pasado todo el año anterior molestándolo con la idea, aunque el le temía a eso mas que a nada, mirando a sus nuevos amigos, riendo, comiendo, haciendo bromas entre ellos, ya no le parecía tan malo  pertenecer a la casa de las serpientes (como decía James) Scorpius le parecía muy diferente a como lo había descrito su tío Ron, bueno tomando en cuenta que el esperaba que el pequeño Malfoy fuese igual a su padre, Draco siempre fue una pesadilla para el trió de oro, Ron no había dejado pasar la oportunidad de "prevenir" a sus hijos y sobrinos acerca de el, por otro lado, de Beth no sabia nada, solo lo que dijo Hermione acerca de su madre antes de abordar el tren, al parecer  había sido "compañera" de su padre y sus tíos en la época en la que asistían a Hogwarts, no podía tampoco pasar por alto que en verdad ella tenia un gran parecido a Scorpius

- tenemos que cambiarnos, pronto llegaremos a la estación de Hogsmeade

***

La mansión Malfoy,  no había cambiado nada desde que Draco era niño, había noches en las que aun soñaba con los días en los que Voldemort había decidido que esa seria su guarida, valla que lo sufrió bastante, ese año casi no dormía, tenia ojeras pronunciadas, se encontraba en los huesos, lo único que le consolaba era saber que Samantha estaba con el, que nunca lo abandono cuando la necesito, saber que tenia al amor de su vida con el, le dio fuerzas para soportar aquellos días oscuros, aunque algunos años después de que terminara la segunda guerra mágica ella simplemente desapareciera, siempre se cuestionaba si el motivo seria que el estaba "obligado" por sus padres a casarse con Astoria, pero eso era absurdo, Sam sabia que el rompería su compromiso, lo prometió y siendo un Malfoy, no rompería su promesa.

Astoria caminaba impaciente, de un lado a otro, el ruido de sus tacones retumbaba en todo el estudio, obviamente estaba sumamente nerviosa y no podían culparla, digo, cuantas veces aparece la ex- novia de su marido, el amor de su vida, a descontrolar lo que podría considerarse un matrimonio perfecto. Draco siempre conservo el amor que tenia hacia Samantha, aunque, si llego a querer a su esposa, bastante, Astoria lo sabia, por una parte la tranquilizaba, pero pensar en que su esposo saliera corriendo detrás de Samantha, era una idea que no podía soportar. En su mente aun estaban los recuerdos de su estadía en Hogwarts, como moría de celos cada vez que veía a la pareja.

- claro- se dijo a si misma la castaña, pensando en la posibilidad de que alguien pudiera hacer que Samantha no destruyera su matrimonio, la sola idea de verse divorciada, le provocaba mareo, tenia que funcionar su idea, ella sabia perfectamente que antes de que Draco tuviera la relación "perfecta" con Sam, la rubia sentía un gran amor hacia otra persona y tal vez esa persona podría ayudarla - Potter