Ese es el problema. Sentirme sola. Estar rodeada de gente, pero sentirme sola. Ver que todo lo que hago sale mal. No avanza. No avanzo.
Tal vez, porque así tienen que ser las cosas.
Te duele. Porque pones lo mejor de vos, lo que yo generalmente guardo. Y cuando lo saco, me derrumbo, no sale bien. Y caigo, y me golpeo. Y me duele.
Y trato, Dios sabe que trato ¿Pero cómo sé que Él esta para mi? ¿Se supone que me cuida desde arriba?
Tal vez Él no existe. Y si, tal vez si estoy completamente sola.
Y me gritan. Y me dicen que estoy deprimida. Pero, ¿cómo no sentirme así si estás sacando a la luz todos mis defectos? "Haces todo mal. No sos suficiente. Nunca podrías llegar a eso. Nunca podrías gustarle a alguien" Mis demonios internos aplauden a tus palabras, y arañan mi alma. Me desgarran y esperan a que me desangre.
Mirame a los ojos, me estás matando.
Y esas personas que quiero se van. Y me dejan sola. Y ellas empiezan a hablar. Esas voces que se alojan en mi cabeza. Les grito que se callen, pero son más fuertes que yo.
Me cuesta cada vez más sentirme bien.
Y quiero gritar, y llorar. Esconderme. Y me quedo en un rincón esperando que las cosas desaparezcan. Que yo desaparezca. Pero ellos me encuentran. Y silenciosamente les digo "necesito una palabra de aliento".
No. No las mereces.
¿Qué se supone que tengo que hacer? Tengo las manos frías, mis piernas tiemblan, y no sé a dónde correr. Estoy perdida.
Cada noche es una pelea con mi cerebro.
Las mariposas de color negro y escarlata vuelan en mi interior libremente, y queman a su paso, destruyen. Y mis ojos se ven vacíos.
El humo del Lucky Strike ya no me calma.
Y lloro. Lloro hasta que me arden los ojos. Hasta que mi cuerpo se mezcla completamente con la oscuridad. Y me doy fuerzas para luchar sola. Pero ya no puedo.
Ya no quiero.
Tal vez soy lo que no tiene que existir.
Pero acá estoy, escribiendo esto. Tratando de no cortarme. Tratando de no fumar. Tratando de no tomar. Seguir, con vida.
Es que, al final del día, no soy la chica que sonríe. Esto es lo que soy en realidad.
¿Cuánto hace falta para que me rompa completamente?
