Stop

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Nuevo capítulo!! Gracias a las personas que siguen mi historia, es realmente bello tenerlas por aquí. Espero me dejen su opinión en los comentarios, se acepta todo tipo de queja o sugerencia! = ^ . ^ =

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Las moléculas de aire que expelía el lugar eran ridículamente calientes, ademas de  el aroma a noche loca que tiene cualquiera de esos antros que solía frecuentar con sus amigos.
Solo había una diferencia esta vez , esta vez no le interesaba nada de lo que le rodeaba.
Todo le parecía tan secundario que solo se dedicaba a darle tragos a su bebida.
Después de pensárselo un poco decidió pedir un Lamborghini y seguir mirando las estupideces que hacían sus amigos mientras bailaban.

El lugar no era apto para claustrofobicos , ya que era el sótano de una vieja casona que fue reinvéntado con una barra donde se preparaban desde los más simples tragos hasta los más exigentes como el que ahora bebía.
Contaba con algunas lucecitas que parpadeaban al ritmo de la música y en el centro un gran candelabro que daba ese toque de clandestinidad dentro de una casa vieja.
El piso estaba lleno de parejas bailando y de solitarios siguiendo el boom de la música , aunque en la pista de baile habían unos cuantos vidrios de botellas de cerveza que podías sentir al pisar por ahí. Todo parecía tan alegre.
Aunque no para cierto pelirrojo que miraba con cara de hastío.


A unas mesas de el , en aquel idilio donde converge la clandestinidad y la diversión una pareja se devoraba como si no existiera el mañana. 
Qué ingratos eran aquellos que comían pan frente a los pobres.
Una chica de cabello tan rojo como el suyo bailaba frente a él, trataba inútilmente de seducir a aquel iceberg que era Kid.
Quizá en otro momento no le habría importado la situación, ni el lugar, habría tomado a aquella provocadora y la habría empinado contra la pared de cualquier baño desocupado que se encontrara cercano.
Pero ahora eso no le apetecía, simplemente no le interesaba.


Heat y Bonney le trataban de animar desde donde se encontraban bailando al ritmo de sommer am meer. Pero le pareció absurdo continuar ahí , terminó su trago y aviso a sus amigos que saldría a tomar algo de aire.
Era como un infierno ahí abajo, el calor, el sudor, las impuricas acciones. Todo era tan viejo y tan poco innovador que no le importaba. 

Subiendo las escaleras pudo encontrarse con los ridículos guaruras qué vigilaban la entrada al lugar y esquivando a todos los curiosos que se encontraban afuera tratando sin mucha astucia de entrar, al fin pudo respirar el aire fresco.


La noche era ese elemento encantador que le embriagaba, fría y congelante noche, la luna en cuarto creciente se encontraba hermosa , le recordaba aquellos ojos cuyo dueño le estaba volviendo loco. De nuevo las insalubres ganas de verle, de sentirle, de adueñarse de esos labios  hechos para el.

Camino unas cuantas cuadras a la estación más lejana, simplemente quería pasar mas tiempo en aquella oscura noche que le mantenía tan cálido en el interior a pesar del frío que naturalmente sentía en el exterior.

Sin querer llego al final de la terminal de la línea que tomaba para llegar a casa, ciertamente nunca había estado ahí , y ya con la mente un poco mas despejada se decidió a entrar y tomar de nuevo el mismo camino para volver, solo que esta vez en tren.
La terminal era enorme, a pesar de siempre usar esa línea ciertamente nunca había llegado hasta ahí. Y le sorprendió lo llena que estaba a pesar de la hora, casi las 12 de la noche, seguramente sería la última ronda que daría el tren.

La celosía en el techo le pareció hermosa, llena de triángulos de muchos tamaños que al dejar entrar la luz de la luna por ahí parecían estrellas centelleantes en el techo. El gentío era tremendo pero aún así tomo valor y camino por entre las vallas para poder llegar hasta su destino , los torniquetes. Ahí dentro parecía un laberinto o eso pensó al caminar entre tantas vallas y al dar tantos giros.
Cuando estaba a punto de llegar, algo le sorprendió en sobremanera, ahí parado con ese porte temerario y irreverente que tanto le provocaba, estaba parado él, esperándole , como si se tratara de un augurio, como si se tratara de el novio esperando al final del corredor frente al altar. Ahí frente a el se encontraba su destino... Trafalgar Law.
No supo que hacer , no supo si seguir caminando o darse media vuelta y huir.
No supo como , simplemente de un momento a otro se encontraba invadido por esa aura que nuevamente le enloquecía y le hacia querer volver a aspirar aquel aire que él respiraba , su ausencia le estaba matando.


—Hola Eustass-ya.

—¡Trafalgar! ¿Que haces aquí ?

—Yo debería preguntarte lo mismo. Pensé que vivías lejos de aquí.

—Salí a tomar un poco de aire

—Jajajaja. ¿A diez estaciones de tu casa?.-la risa burlona de Law era molesta, sin embargo no mencionó nada. —Igual es raro que nos encontremos aquí , supongo es el destino.



Puta madre... Lo había dicho al fin , maldito destino que te prepara esta clase de encuentros en la vida , aquellos momentos que son ilusamente inesperados pero que a la vez son tan deseados.
No supo como contestar ante aquella afirmación , por que lo quisiera o no aquel encuentro no era mas que obra del destino.

—En fin , deberíamos apresurarnos.-Y sin más,el moreno con los ojos color luna conducía sin si quiera rozar el aura que rodeaba a Kid hacia los torniquetes y después al vagón-.

Se sentía realmente en un sueño , en una fantasía , pero quizá no era nada de eso.
Por que jamás imagino que algo así le sucedería justo a el.



Justo habían avanzado dos estaciones , solo dos y el servicio se había detenido momentáneamente, la luz se apago en el vagón y Kid pudo sentir aquella mano tan cálida y firme en su muslo.


Vehemencia, frenesí, psicosis, intoxicación, ese ligero toque enveneno todos sus sentidos. ¿Cómo era posible que una simple caricia por sobre la ropa le hiciera sentirse así?

Envenenado, esa era la palabra para describir lo que Trafalgar le hacia sentir, estaba envenenado de el.


Sabia que entre ellos dos había electricidad, sabia que juntos podían estar, Kid sabia que Trafalgar era un diamante que podía cortar.
Sus ojos eran un par de estrellas, que por mas que tratara no podía sacar de su sitema. Supo entonces que era lo peor y lo mejor que le pudo pasar...



Tras unos minutos sin la innecesaría luz en ese preciso momento, al  fin dieron el anuncio de que el servicio se suspendería por culpa de una persona que que sin pensárselo dos veces , se lanzó a las vías del tren.
Ahí en la oscuridad del túnel fueron bajados todos los usuarios del tren y recorrieron el camino a la estación más cercana. La oscuridad y ese ligero apretón a su brazo fue la sensación más fantástica de la noche, al parecer cierto moreno temía a la oscuridad que les rodeaba.
En un gesto tierno del cuál Kid no se sentía capaz, tomo la mano de Law y la afirmó fuertemente entrelazando sus dedos y caminando así, tomados de la mano.



El destino, aquel que les había unido aquella ocasión nuevamente hacia de sus jugarretas y les unía en un idílico encuentro, les unia para terminar en el departamento de Trafalgar siendo consumidos , besados y arrasados por ese huracán de pasión contenida.



Kid no supo como, pero de un momento a otro se encontraba dentro del irresistible cuerpo que le llenaba de deseo, la calidez de Law le envolvía por completo , nunca se imagino que el hombre que por fuera era tan frío y duro en su carácter por dentro estaba lleno de pasión y calidez.

—mghhh.... aaa ... Eustass-ya...

Esos gemidos en su clavícula le estaban volviendo loco, ya no existía absolutamente nada, en aquel punto de su existencia solo había lugar para el maldito huracán que era Trafalgar Law.

Le encantaba la estructura de sus manos recorrer su pecho. El como se aferraban sus delgados dedos a su piel y como si se tratara de pequeños dragones rojos sus uñas iban dejando un caminito en la espalda de Kid con las uñas de este.
Todo el vaivén era tan exquisito que sólo pudo recordar aquella frase de Confucio que le resultaba tan expectante. "El disfrute de las exquisiteces y del sexo forma parte de la naturaleza humana "
Cuanta razón cabía en aquella frase, Trafalgar era un verdadera exquisitez y el acto que estaba llevando a cabo en ese preciso momento con el definitivamente era la reconstrucción de la frase en el plano físico.

Ya no existía absolutamente nada solo el deseo que les consumía y su destino,  llamado Trafalgar Law.


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Espero haya sido de su agrado , gracias por leer! = ^ . ^ =


La vie en roseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora