Malvado

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Aunque ganes la lotería, yo nunca busco tu plata, yo tengo la mía

Y aunque me hagas brujeria, yo estoy protegido

Me dicen "malvado", porque a me gusta jugar con tu tiempo

Ni Gucci ni Prada, no pueden comprar lo que tengo por dentro.

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¿La cotidianidad o la felicidad?

Esta era la verdadera pregunta para Trafalgar, habían pasado ya unas cuantas semanas desde que había iniciado aquella relación con Kid y no podía sentirse más inseguro que nunca.

Era cierto que las relaciones para el no formaban parte de su vocabulario cotidiano, mucho menos de su vida, pero es que ver que las cosas iban tan bien hacían que no pudiera más que sentirse parte de una novela romántica en la que el protagonista supera mil pruebas con tal de estar con el ser amado. Aunque él no hubiera pasado aún por la típica lucha con un rival por el amor de su amado. Quizá él era su propio rival.

¿Pero el de verdad amaba? ¿Estaba realmente enamorado?

Para Law la visibilidad y la concepción del amor difería de todos sus amigos y de todos en general, mientras Penguin o Sachi tenían una concepción del amor como algo mágico y predestinado , su propia visión era más bien fría y desgarradora, desde la muerte de sus padres a mano de asaltantes había concebido que si, tal vez  estabas destinado a encontrar a la persona amada y hasta a irte al otro mundo con ella, pero definitivamente encontrar a la persona amada no era una garantía de tener una vida feliz para siempre, mucho menos de ver crecer a tus hijos y educarlos.

Todos estos sentimientos le hicieron sentirse contrariado y sinceramente no quería seguir pensando en ello.

Quería disfrutar de su mañana sin el pelirrojo, era cierto que lo extrañaba, pero también extrañaba los días en los que estaba sin el. Eran esta clase de pensamientos los que le hacían cuestionarse si verdaderamente era feliz ahí, su vida soltero y sin darle explicaciones a nadie era igualmente placentera, saliendo de aquí para allá con sus amigos, asistiendo a fiestas , coqueteando con quien se le diera la gana.

¿Acaso era malvado por pensar asi?

No lo entendía.

Sin darse cuenta llegó a la entrada de la universidad, le gustaban las mañanas en que el pelirrojo pasaba por él para ir juntos , pero esto solo pasaba ciertos días a la semana que entraban a la misma hora, también caminaban juntos cuando el pelirrojo se quedaba a dormir en su departamento y después de una ardua ronda de sexo se quedaban dormidos y debían despertar como locos para llegar a tiempo a sus actividades del día siguiente. Era cierto también que siempre que dormía con el pelirrojo al despertar las ganas de salir de la cama simplemente no venían a él, solo accedía a hacerlo cuando el pelirrojo lo hacía primero y mientras él se duchaba Kid preparaba un desayuno digno de cualquier experto chef.

Llegando a la universidad la vibra era la misma, al menos lo era así para Law, gente corriendo por llegar a tiempo, por cumplir con las expectativas impuestas por otros, ya fuera por sus padres, sus profesores o inclusive sus amigos. Siempre le causaba mucha curiosidad cuanta de toda esta gente que se encontraba en el campus se encontraba ahí verdaderamente por voluntad y deseo propio.

La vie en roseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora