Capitulo 9.

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-No, no, no. Se suponía que pelearia con Goliat.

-¿Ryan?

Tres golpes a la campana, y el puño del gordo empotrado contra el estómago de Bieber. Me llevo las manos a la cara ahogando un grito entre mis palmas. Vuelvo a mirar a Biby, que intenta tranquilizarme con la mirada. Lo intenta, me coge la mano y la apreta fuerte mientras Butler le grita a Justin que baje de ahí. Definitivamente esto no es bueno, pestañeo un par de veces, deseando estar en el orfanato, aprieto la mano de Biby y la arrastro hasta quedar a unos metros del ring y el circulo de salvajes.

-¡¿Pero que haces?!

-Nos vamos.

-Para, Sky, por favor.

-¡Dijiste que al primer problema nos ibamos!

-¡¿Pero es que no te das cuenta?! ¡Es Justin el que está ahí arriba! ¡Puede que no te caiga bien, pero lo van a matar y no voy a quedarme sentada en el orfanato mientras lo hacen!

La informacion recorre mi cuerpo a camara lenta, y no sé como ni cuando, decido que Bieber tiene que seguir viviendo con las extremidades en su sitio, aun que sea para poder seguir dandole plantón. Beverly me extiende su mano, la agarro con fuerza y en un vago intento de volver hasta Ryan, tropezamos con algo. O alguien. Lo siguiente que siento, es la arena sucia del local y un dolor agudo en mi mano derecha. 

-Parece que Bieber y Butler han traido amiguitas.

Aún tirada en el suelo junto a Biby, levanto la cabeza intentando encontrar el foco de voz, y la culpable de que estemos tiradas en el suelo, hasta dar con una chica alta, vestida con un vestido ajustado negro, medias de rejilla, cazadora vaquera y tacones de plataforma. Da un sorbo a el vaso que sujeta y lo tira al suelo mientras ayudo a levantarse a mi amiga.

-¿Que haceis aqui pijitas? ¿Sois los nuevos juguetitos de esos estafadores?

-¿Pe-perdona? ¿Estafadores?

-Seguro que os han dicho que esto es un club de Barbies. Estafadores, y encima tramposos.

Sigo sin decir nada, no creo poder contestar a nada sin dejarme mal a mi misma. Me limito a escuchar y pensar lo que la chica de pelo negro quiere decir.

-Vamonos Sky.

-Nenas, no os metais en juego sucio.

-No sé de que nos hablas. Y si no te importa, tenemos que ir a recoger los pedacitos que queden de Bieber.

-Os hablo de dinero. ¿Creeis que las peleas son un hobbie? Aqui se viene a ganar, o a perder. ¿Sabeis ya de qué os hablo o a parte de ser de plastico teneis tambien la cabeza hueca?

-Apuestas...

Por primera vez, me atrevo ha alzar la voz en esta estúpida conversacion. Esto es nuevo, sabía que estaba metido en algo de esto, pero, ¿Peleas? ¿Apuestas? 

-Lista morenita. 

-Vamonos Sky.

Esta vez conseguimos llegar hasta el montón de gente, y antes de adentrarnos un pinchazo me recorre desde la mano derecha hasta el cuello. Miro el foco de dolor, miles de cristalitos pequeños en mi muñeca y palma, rodean uno mas grande clavado en el centro de mi mano teñida de rojo.

-¡Sky! ¿Como te has hecho eso?

-No...no se. Me duele.

-Hay que curartelo.

-¡No! Saca el cristal grande y concentrate en buscar a Ryan.

-Pero...yo no... no se, ¿Y si te hago daño?

-¡Hazlo antes de que me arrepienta!

Como un acto reflejo, Biby lleva la mano hasta el trozo de botella, cierra los ojos y tira haciendo el dolor mas punzante aún, y la sangre mas abundante. Muerdo la manga de mi chaqueta por no gritar, y antes de que Biby pueda recriminarme algo, la agarro y nos metemos en el montón de gente. Por suerte, no tardamos mucho en encontrar nuestro anterior sitio, y por lo consecuente, a Ryan.

-¡¿Donde mierdas estabais?!

-Sky estaba mareandose, pero ya esta mejor. 

-¿Que os ha pasado?

Pregunta mirando la suciedad y las heridas que asoman en nuestra piel.

-Tropezamos con una de las cajas.

-No volvais a iros sin avisar, ni solas.

-Lo siento.

Es lo único que se me ocurre decir antes de desviar la mirada hacia el ring. Esto no va bien, no puede casi moverse. Suena la campana que indica que el primer asalto ha terminado, Ryan suspira aliviado, supongo de que no haya muerto estrangulado aún. 

-Tenemos que entrar, necesita ayuda.

-Beverly, no podemos. Relajate, si sigue cansando a Kairo, tiene una remota posibilidad de no morir.

Mis nervios aumentan por momentos mientras Bieber bebe agua en una esquina. Respira hondo un par de veces, y recorre todo el circulod e gente buscando a alguien, hasta que para su mirada encima de mi. ¿La verdad? La verdad es que aun que quisiera, no podría apartar la mirada de él. Verlo así, lleno de moratones, de sangre, cansado, sudado... solo tengo ganas de sacarlo de ahí vivo. ¡¿Como se le ha ocurrido pelear contra eso?! Solo cabe en su cabeza hacer algo así. Y para mi sorpresa, eél tampoco aparta la mirada, sonríe antes de que la campana suene de nuevo tres veces. Entonces todo dentro de mi vuelve a acerlerarse, se colocan en el centro del ring y el chico del microfono les hace una señal confirmando que pueden empezar. Dan unas cuantas vueltas, en las que noto como la mirada de Justin pasa de su objetivo a mi, de mi a su objetivo. Pestañeo, y en un segundo, Bieber tiene su puño estampado en la cara de Kairo haciendo que este caiga al suelo. Después entierra su codo en el estómago de este un par de veces y deja que el gordo se ponga de pie, para pegarle otro puñetazo que lo desequilibra. Esquiva un par de golpes, me mira, sonríe como si hubiera ganado la pelea ya, victorioso. Y no sé de donde saca las fuerzas, para estampar el puño en el pecho de la bola de grasa, y dejarlo en el suelo, seguro con una parada respiratoria. El local se queda en absoluto silencio durante unos segundos, ¿quien pensaba que Bieber podría acabar con una cosa así de grande? De repente, el lugar estalla en gritos y vítores mientras Justin baja de ring hacia nuestra direccion.

-¡¿Pero tu eres retrasado?!

-Felicidades a ti tambien tío.

-Justin, esto es serio. Podría haberte matado y lo sabes.

-No es para tanto, soy fuerte y mas hábil que ese puto gordo.

-¡Ibas perdiendo hasta el segundo asalto! 

-Esque hoy traía un amuleto, que al parecer se ha "mareado" en el primer asalto.

Marca las comillas en con los dedos y se dirige hasta mí, me coge de la barbilla, demasiado descarado para mi gusto. Lo único que tengo que ofrecerle ahora mismo, es mi mejor cara de asco.

-Dame la mano.

-¿Para que?

-Solo damela.

-No.

-No me obligues a cogerla yo.

Cansada de la absurda conversacion, le doy mi mano izquierda, la mira, la da la vuelta y me hace un gesto para que le dé la otra, niego con la cabeza.

-Sky...

-Puf, vale.

Me rindo, no va a parar hasta que obedezca. Le doy mi mano derecha, está ensangrentada, pálida y llena de cristalitos, luego busca heridas en mi cara, codos y rodillas. Me suelta y va hacia Biby, examina sus heridas como ha hecho con las mías.

-Nos vamos. 

Repelente. (Justin Bieber)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora