La Caja

Asfixia

Bendita sea la soledad que te agobia, aunque no sea yo digno de bendecir o de aclamar por ella.

pero heme aquí el mejor amigo de tu aislamiento, el agraciado entre la tiniebla que te rodea, aquel que esquiva los ojos que no olvidan, que se escabulle entre la neblina de tu osadía, quien cargará con las memorías de tus últimas palabras.

Has caido redonda, tus quejidos causantes son de mi hilaridad, no trates de huir, ¡muy atrevida pasate por mi morada!... me altero facilmente, pero no te preocupes todo pronto habrá acabado.

¿Dije pronto?, ¡Ja!, esta treta es diferente, desde este momento, poco a poco iré limitando tu cuerpo, sentirás cada segundo se sufrimiento, cada segundo que te quede en vida. Ya es muy tarde para dar pasos atrás, ahora comienza tus lamentos, tal vez tenga piedad...

¿Todavía vives? Hasta este punto serías unica, creo que al final tu vitalidad te jugo una contraría, aunque sin conciencia te encuentras ahora te daré una salida rápida... mi estomago gruñe y con dos puzadas entrego a tus entrañas la eutancia, la medicina hacía la libertad.