Comesueños

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Esta idea la tenía rodeando desde hace mucho y al fin pude darle un comienzo decente, o eso creo yo x'D.

Disclaimer: Los personajes no son de mi propiedad uwu)/

Advertencias: Universo alterno, fantasía, OOC y más advertencias conforme vaya creando el universo.

El  comesueños.

Existía las leyendas que circulaban entre la servidumbre y la clase baja, mitos, que hasta a él llegaron pululando en todo rincón del castillo. Yaoyorozu, compinche y mejor amiga dentro de la alcurnia en la que se obligó a nacer, era la encargada de informarle cuánto susurro creyera la gente.

Los mitos de los inmortales que habían creado el reino de Arede.

Por ahí empezaba.

Razones para explicar el porqué el reino de Arede se especializaba en la magia, qué según, eran pequeños regalos. Bendiciones de los dioses del fuego y del hielo que después de una pelea, crearon el reino, otorgándole a cada ciudadano una parte de su poder en diferentes manifestaciones.

Todoroki podía creer en eso.

Hielo, fuego, aire, existía esa leyenda para explicar el porqué de las peculiaridades de los ciudadanos, pero, no para los demás.

Los exhilios de los dragones que por la tristeza, explicaban las lluvias y las tormentas.

La pelea del hermano mar y el hermano tierra que daban origen a los cambios de estación. Las brujas del río que por envidia, mataban las cosechas en el invierno. Las hadas del bosque, qué por amor a su reina, hacían brotar cada planta muerta.

Los cazadores negros, que llevaban el alma cuándo está ya debía abandonar el cuerpo y resurgir de nuevo en nuevo mañana.

Las psyches que eran guerreras que acompañaban al reino en cada combate.

Su pueblo estaba enriquecido de costumbres y leyendas, sin embargo, por más fantasía en la que su amiga se empeñase a contarle a Todoroki no le gustaba creer en nada.

Pues el mantenía el pensamiento firme, cuándo no existía una razón para la explicación de algún consentimiento, al reino, le gustaba inventar y ser fiel a una idea mentirosa.

Clara prueba de ello eran los dragones, las brujas del río, las hadas del bosque o simplemente el favorito de su madre...

Los comesueños.

A su madre le gustaban todas las leyendas del reino, pero más, más, a los comesueños.

Los rumores del pueblo susurran que el dios del fuego separó a los hermanos sol y luna para iluminar y guiar al reino de Arede, no obstante, cuándo la luna fue separada del sol, derramó unas cuantas lagrimas sobre el reino, llevada por la tristeza y el dolor de permanecer sola y lejos de su familiar, nacieron sus tres hijos para acompañarla eternamente. Cubiertos de arena negra, resurgiendo como un ave fénix nocturno.

La luna se sintió dichosa, y acompañaba.

Son hijos de la luna y sus hermanos son las estrellas.

Fortuna, alegría y melancolía.

Alegría, la de sueños jubilosos y llenos de inocencia.

Según su madre, ella podía ser llamada a través de las flores de lirio que colgaban en la orilla de la puerta . Con una sonrisa benevolente, alegría tejía los sueños más dulces del reino. Te invitaba en un manto de felicidad, dónde nunca más quisieras despertar.

Sueños y pesadillas.Where stories live. Discover now