Pequeña infiltrada (SHADAMY)

Segunda semana

Narra Amy:
Ya había pasado una semana desde aquel accidente en la piscina de Scourge.
Menuda vergüenza pasé al día siguiente cuando no me podía ni mover de la cama de la resaca.
Jamás volveré a hacer esto.
Shadow estuvo cuidándome aquel día, le agradezco mucho todo lo que hace por mi. Así que se merece un regalito que le he hecho.
- Shadoooow, ábrelo- Le dije sonriendo mientras le entregaba una cajita verde. Se me quedó mirando raro y lo abrió, dentro de aquella caja había 2 entradas para un parque de atracciones.
- Vaya, ¿y esto?-
- Es mi manera de darte las gracias por todo- Sonreí.
- Entonces vayamonos ya al parque-
Fuimos a las atracciones, las cuales estaban todas llenas, las luces y la música de allí me hacían bailar.
Narra Shadow:
- ¿Dónde te apetece montarte?- Le pregunté.
- Etto...¿Qué te parece si nos montamos en el pasaje del terror?-
- ¿Estás segura? Vas a tener pesadillas-
- Que nooo- Decía sacándome la lengua. Se ve tan linda haciendo eso.
Finalmente nos montamos en la atracción de miedo, Amy estaba bastante emocionada.
Pero a los 10 segundos de atracción cayó un araña gigante de plástico encima de nosotros.
Amy comenzó a gritar como una loca y me abrazó. Sentirla así de cerca me hacía bastante feliz.
Fueron los 3 minutos más buenos de mi vida, salí riéndome ya que Amy estaba a punto de hacerse pis del miedo.
Después nos montamos en una montaña rusa y en la noria.
Ver a Amy así de alegre me hacía tan feliz, no me sentía así desde que perdí a mis padres, esta eriza rosa me ha cambiado en muy poco tiempo, es mágica.
Salimos del parque de atracciones y acabamos en la playa, era ya por la tarde y se podía ver el atardecer.
Tenía que lanzarme, no me da miedo sentirme rechazo, no sería la primera vez no la última.
- Amy...- con voz nerviosa- Tengo que decirte algo. Y es que verás, se que nos conocemos desde hace dos semanas pero... Me gustas- Oh joder, mierda. No tendría que haberle dicho nada, mi corazón estaba latiendo a mil por hora. Soy gilipollas.
- Shadow, t-tú también me gustas- Respondió mirándome con esos ojos brillosos.
Me acerqué un poco cerrando los ojos al igual que ella, y nos besamos.
Estuvimos como unos 7 minutos besándonos como auténticos locos, lengua con lengua.
Esto se nos estaba yendo de las manos, acabamos por rodar en la arena y haciéndonos cosquillas.
Cayó la noche y nos fuimos a casa de nuevo.
Ahora que la tengo a ella podré asegurarme un buen futuro, ya sólo queda una semana para que vuelva Rouge y me tase el valor de las joyas que robé.
Narra Amy:
Shadow se fue al baño a ducharse, y justo en ese momento aproveché para hacer algo que debería de haber hecho hace ya mucho tiempo.
Cogí mi móvil y llamé al idiota de Sonic.
- Sonic, soy yo Amy Rose-
- Dime, ¿Ya has conseguido reunir las pruebas necesarias?-
- No. Te llamo para decirte que él no fue quien robó las joyas. Aquellos testigos se equivocaron con los rasgos-
- ¿Qué? ¿Estás loca? Yo lo sabía, sabía que acabaría por comerte la cabeza ese tío. Haz una inspección a fondo de la casa, te estás jugando tu puesto- Sonaba muy enfadado.
- Ughh...¡Vale!- Respondí borde para después colgarle.
Yo sé que él no ha robado nada, tengo esa acorazonada. Empecé a mirar debajo de la cama, detrás de los armarios, en sus cajones... Pero nada, ni rastro de las joyas.
– ¿Qué buscas?– Preguntó algo serio. Me giré nerviosa y sonreí.
– Oh nada, es que estaba buscando mi toalla, eso es todo–
Cenamos mientras veíamos la televisión, y a la hora de dormir...
– Oye, ¿y si dormimos juntos?– La sonrisa de Shadow era picara, se en lo que estaba pensando, y no, no soy esa clase de chicas, desde luego que no.
– Ah no, de eso nada guaperas. Tú dormirás en tu cama y yo en la mía– Respondí cruzándome de brazos. Le di un beso corto en los labios y me fui a la cama para descansar y así olvidarme de las palabras de Sonic.