Capítulo 2

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En el firmamento oscuro se dibujaban finas líneas luminosas que se ramificaban en unas más pequeñas, se formaban como grietas que resquebrajaban el cielo para abrir una puerta a lo que se escondiera tras éste. En Bahía Calavera las calles estaban desoladas, las luces de los postes retrataban en el pavimento las sombras del grupo de hombres que visitaban el lugar por primera vez y tenían planeado un encuentro importante con quienes mandan en ese territorio. Ji Hoon, Min Hyuk y Yu Kwon estaban listos y confiados para la revancha que los otros habían pedido, llevaban sus maletas llenas de dinero y el interés por el oro de los otros con ellos. La mesa estaba puesta, pero no precisamente para comer, la gente que no estaba en la calle se había presentado al recinto donde se llevaría a cabo el encuentro y cuando los hombres de Bahía de la Cobra entraron por la puerta abriéndose paso con semblante de superioridad, todos cerraron sus bocas y los miraron con curiosidad, recelo y prepotencia. Por su puesto apoyaban a los suyos.

-Bienvenidos - saludó Zico levantándose de la silla donde se encontraba.

-Gracias - respondió Ji Hoon retirando sus lentes oscuros que dejó sobre su cabeza como un cintillo- ¿Y hoy qué jugaremos?

-¿Qué tal poker?- sacó la caja de cartas y la puso sobre la mesa.

-Perfecto- entre todos los juegos, Ji Hoon era mejor en el poker.

Se sentaron a la mesa y comenzaron. El lugar se llenó de abucheos que intentaban ser callados con gritos de victoria cuando Ji Hoon ganó la primera vez. Los de Calavera apostaron más y de nuevo resultaron ganadores sus contrincantes, esa vez fue Yu Kwon.

-Vaya, hasta en el poker son muy buenos - comentó Crush.

-Y ustedes muy malos. Los de Bahía del Dragón debieron haber sido terribles si ustedes pudieron ganarles - dijo Yu Kwon.

-Sólo es un mal día -dijo Zico como justificación a sus derrotas.

-Pues ya es el segundo.

El juego seguía y la buena racha continuaba del lado de los de Bahía de la Cobra, sólo Dean llegó a ganar un vez para que luego volvieran a aplastarlos y lo estaban disfrutando. Los chicos de Calavera se estaban quedando sin qué apostar y Ji Hoon tenía la solución para ellos.

-Veo que ya no tienen más dinero que apostar pero escuché de un pajarito que tienen oro- dijo Ji Hoon, los otros compartieron miradas.

-Así es pero eso no lo apostaremos - aclaró Zico.

-¿Ni por Bahía de la Cobra?

Yu Kwon y Min Hyuk se sorprendieron y miraron a su amigo con los ojos bien abiertos, demostrando así que pensaban que lo que dijo había sido una locura pero Ji Hoon parecía muy decidido a hacer lo que había negado anteriormente, apostar su propio territorio. Él estaba confiado tras la buena suerte que estaban teniendo esa noche y estaba seguro que se quedaría con el oro que tanto anhelaba. Zico, Dean y Crush sólo compartieron miradas, entendiendo así lo que quería decir cada uno y llegando a una decisión que pronto Zico anunció. Aceptarían la apuesta y mandó a un secuaz para que buscara el oro. Unas viejas maletas de cuero sin encanto alguno contenían la reluciente joya, los brillantes lingotes de oro que hizo que a cada uno de los que estaba allí se les salieran los ojos de sus órbitas y les babeara la boca como si estuvieran viendo un exquisito manjar.

Las cartas se repartieron de nuevo y mientras Ji Hoon estaba muy tranquilo, Yu Kwon y Min Hyuk se encontraban un tanto nerviosos pues estaban arriesgando mucho. Querían confiar en su amigo pero no sabían si podían hacerlo en esa oportunidad. Yu Kwon fue el primero en mostrar sus cartas y sabía que no eran muy buenas; le siguió Dean, cuyas cartas eran peores pero las de Crush superaban todas hasta las de Min Hyuk. Pero aún faltaban Zico y Ji Hoon por mostrar la suyas y éste primero se adelantó con una perfecta escalera de color.

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