Capítulo 4

135 24 8
                                    

Arrodillarse y pedir clemencia, había sido la idea de Yu Kwon al no encontrar más salida y Ji Hoon la secundó. Los esperaban en la fábrica y entraron con el rabo entre las patas. Zico al ver sus caras supo qué dirían pero no esperó que se arrodillaran. Rió, todos lo hicieron burlándose de su derrota pero Ji Hoon y Yu Kwon preferían ser humillados antes de morir y no poder ayudar a Min Hyuk.

-Esposenlos y llévenlos al auto- ordenó Zico levantándose y saliendo, siendo seguido por Crush y Dean.

-¿Los mataremos?- preguntó Dean.

-No, se me ocurre algo más divertido- sonrió. Dean y Crush supieron a qué se refería y les pareció una gran idea.

Esa podría ser la última vez que Ji Hoon y Yu Kwon vieran la Bahía de la Cobra, el territorio por el que tantos años fue suyo y supieron cómo dirigirlo y mantener el control y la confianza entre todos sus habitantes. No sabían qué sería de él en un futuro, quien asumiría el cargo de líder y cómo sería su método para guiarlos a todos y proteger el territorio. Les dolía tener que terminar de esa manera tan lamentable y decepcionante pero la vida da muchas vueltas inesperadas y no siempre son buenas.

-¿A dónde nos llevan? - preguntó Ji Hoon pero su pregunta no fue contestada.

Ya habían pasado mucho tiempo en la carretera sin llegar a ningún destino, parecía como si los estuvieran molestando dando un paseo para confundirlos. Se dormían, despertaban y volvían a echarse una siesta para pasar el rato; a veces miraban las esponjosas nubes buscando formas en ellas como modo de distracción pero cuando aumentaron su tamaño, cubriendo en totalidad el cielo y cambiaron su color a un gris crudo, no pidieron continuar con su juego.

Les dio la noche con un tiempo desagradable, la lluvia no se decidía en caer pero los relámpagos y los truenos ya se habían adelantado. El auto por fin se detuvo y con la vista desajustada al acabar de despertar después de una larga siesta, Yu Kwon y Ji Hoon no supieron descifrar dónde estaban. Todo parecía un agujero negro por la oscuridad que había pero cuando bajaron y sintieron tierra bajo sus zapatos, comenzaron a descubrir la ubicación. La luz del auto en el cual llegaban Zico, Dean y Crush, iluminó lo suficiente para que supieran que estaban en un terreno desierto en medio de la nada, ni la carretera ya podían ver.

-Un gran lugar para asesinarnos donde nadie podrá enterarse - comentó Yu Kwon.

-No los vamos a asesinar ¿Cómo podría matar a mi hermano y su amigo?- dijo Zico y Dean le entregó dos palas que puso frente a Yu Kwon y Ji Hoon - Caven.

-¿Cavar para qué?- preguntó Yu Kwon confundido.

-Sus tumbas.

Yu Kwon y Ji Hoon se miraron, incrédulos y rieron ante la respuesta de Zico pero callaron cuando con armas fueron apuntados. Supieron así que era verdad y si no lo hacían, terminarían muertos más rápido.  Pero durante el tiempo que cavaran, que sería bastante, tendrían chance de pensar qué hacer para salir de lo que estaban metidos.

Los jefes se retiraron y los subordinados quedaron con la misión de supervisar a Ji Hoon y Yu Kwon que se tomaban su tiempo para cavar para darle larga pero aún así era un trabajo pesado de realizar. Con la mirada intentaban comunicarse para crear un plan de escape y aguardaron a que sus tres vigilantes se cansaran de tener la vista puesta en ellos. Fue más fácil de lo que esperaban, cuando los vieron bostezar y buscar cualquier forma de mantenerse despiertos, supieron que debían actuar. Yu Kwon fue quien comenzó, quejándose de dolor cuando fingió que un animal lo había picado en la pierna y cuando los hombres se acercaron para averiguar la razón del berrinche, golpearon a dos en la cabeza con las palas que muy bien les habían caído en ese momento. El tercero quiso dar pelea pero no pudo con dos muchachos bien despiertos que portaban dos fuertes armas blancas. Antes de que volvieran en sí les quitaron las llaves del auto, sus armas y teléfonos y emprendieron viaje por la carretera.

Jugada FinalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora