Bullying (Joel Pimentel)*TERMINADA*

Capitulo 16

- ¿Por qué te detienes?- le pregunte

- Nos quedamos sin gasolina – mire el tablero, la aguja apuntaba a la E lo que quería decir que definitivamente estábamos sin gasolina, en medio de un bosque por una vía poco transitable.

- Saca tu celular- estire mi mano para que me lo diera.

- Esta sin batería – lo dejo en mi mano intente prenderlo pero de verdad estaba sin batería – utiliza el tuyo.

- Me sacaste a la fuerza, deje el celular en el sillón – me cruce de brazos y mire por la ventana, todo lo que había eran arboles meciéndose de un lado a otro por el fuerte viento - ¿ahora qué haremos? – pregunte.

- Esperar a que pase alguien.

- Muy pronto va a oscurecer, nadie pasara.

- Entonces nos quedaremos toda la noche en el auto, no hay más opción.

- Esto es un plan, me trajiste para matarme ¿me quieres matar?

- ¿ por qué querría matarte? Puedo ser de todo menos un asesino.

- Perdón si te ofendí.

- Perdonada, Ángel – el "Ángel" me sonó familiar

- ¿leíste Hush Hush?

- La saga completa de pies a cabeza.

Iba a seguir con la conversación pero algo cayó en el techo del auto, me hizo dar un pequeño salto, mi corazón latía muy rápido, salimos a ver que era pero no había nada.

- Joel tengo miedo no me quiero quedar toda la noche en este lugar.

- No te preocupes todo estará bien.

Abrió la puerta de atrás y con su mano me indico que me subiera. Después se subió el y cerró la puerta. Pasaron unos minutos hasta que me quede dormida.

Estaba mirando por la ventana mi visión estaba borrosa, mire al asiento de al lado y Joel no estaba, baje del auto y empecé a caminar lejos del camino – JOEL – gritaba cada vez más bajo, sentía mi garganta seca y eso me molestaba, de pronto me sentí mareada, todo me daba vueltas, intentaba sostenerme de los troncos de los arboles mientras seguía avanzando, esperando encontrar a Joel, ya estaba cansada y cada vez más  arrepentida de no haberme quedado en el auto. Sentí como mis pies se enredaban con una rama haciéndome caer de rodillas y con mis manos impidiendo que mi rostro llegara hasta el suelo, sentí la presencia de alguien, mire hacia arriba, había un hombre muy alto, tenía una capa negra, pantalones negros y botas negras, no podía ver su rostro, empezó a acercarse lentamente, intente retroceder pero no podía era como si estuviera amarrada, sin más opción grite ayuda una y otra vez, aunque sabía que nadie iba a escucharme, vi como sacaba su pistola, puso su dedo en el gatillo, sentía mis gotas de sudor bajar por mi frente hasta la punta de mi nariz y luego caían al suelo, de un momento a otro vi su dedo presionar el gatillo.

Abrí mis ojos estaba muy agitada, sentía mi corazón latir exageradamente rápido, mire al lado y Joel no estaba, sentí un escalofrió correr por todo mi cuerpo, trate de pensar que solo era una coincidencia, baje del auto decidida a caminar, trataba de bloquear el sueño que había tenido aun que era complicado ya que estaba en el mismo escenario.

- BOOO! - dijo alguien presionando con sus dos dedos índice mi cintura.

- AAUGH! – grite espantada – Christopher que te pasa, casi me provocas un infarto – lo mire indignada, el solo no dejaba de reírse.

- No respiro ayuda – dijo, agitando su mano de arriba abajo como si fuera un abanico.

- Ya deja de reírte  ¿a dónde ibas?.

- A recogerte al auto. – apenas y le había entendido todavía no lo superaba, ya me estaba preocupando.

- ¿Hace cuanto Joel esta con ustedes?.

- Desde la una de la mañana creo.

- Me dejaron todo ese tiempo en el auto, si lo mato no me vallas a decir nada. – no sabía qué hora era pero por los fuertes rayos del sol supongo que alrededor de las 9 o 10 de la mañana.

- No te atrevas ____ , Joel tiene muchas cosas que aprender aun.

- Mmm y tu ¿no?

- Tal vez un poco pero muy muy poquito- dijo

- Bueno como tú digas – rodé los ojos - llévame a el campamento, necesito ver a Joel por lo menos se merece que tire su bandana a un charco de lodo.

- Un pequeño dato sobre Joel, siempre lleva como 6 bandanas más de repuesto, inventa otro plan. – me guiño el ojo y empezó a caminar, solo me quedaba seguirlo.