Capitulo 25

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Un paso más... solo un paso más...y serás libre. Tenía muy claro lo que haría. Le dije a Dios que perdonaba a cada una de las personas que me hicieron daño.

Alguna vez escuche que la vida es el mejor regalo que Dios te puede dar. Y es la verdad. Pero por que las personas que deciden dejar este mundo por su propia voluntad, son las que no aprecian este gran regalo. Cuando las personas que se encargan de hacer sufrir a los demás, son las que lo están desperdiciando.

Por mi parte viviría toda la eternidad, pero no así, en un mundo lleno de personas egoístas, que no viven ni dejan vivir a los demás.

El aire pasaba a través de mi cabello, haciéndolo mover de un lado a otro. Di un gran suspiro...

- Si te vas... me voy contigo – entrelazo nuestras manos. Era el, era Joel.

- ¿Otra de tus falsas promesas? – pregunte, sin apartar la vista del abismo.

- No existen las falsas promesas, ni las verdaderas, pero si existe un presente y es lo único fiable - dijo, sosteniendo mi mano con más fuerza. Percibí las lágrimas humedeciendo mis mejillas.

Miraba el abismo que cada vez se tornaba más negro. La palabra "cobardía" se pasó una y otra vez por mi mente. Al llenarme de pavor, retrocedí unos diez paso, trayendo a Joel conmigo.

Por primera vez desde que llego lo mire a los ojos, y mis lágrimas salieron con mucha más rapidez, acompañadas de unos sollozos.

Me rodeo con sus brazos. Sentí de nuevo su calor. Pude oír su corazón palpitar a un ritmo acelerado.

- Tengo mucho que explicarte ¿tienes tiempo para una larga historia? – dijo en mi oído, de una manera suave y delicada.

- Estoy dispuesta a escucharte – respondí. Me di cuenta de que siempre lo estuve esperando, por más rabia que tuviera – debemos irnos, me están buscando Joel – añadí, en cuanto vi mis heridas y sentí que todo giraba de nuevo.

- Seguro perdiste mucha sangre, ven vamos rápido mi auto esta por allí – dijo, tomándome de la cintura para ayudarme a caminar. De nuevo estaba sintiendo las consecuencias de todas las lesiones.

Llegamos al auto, Joel me dio algo de beber y emprendió el camino por la ruta directo a la ciudad.

- ¿Cómo me encontraste? – pregunte.

- Necesitaba darte explicaciones, fui a tu casa, pero no había nadie así que subí por el balcón, para asegurarme de que realmente estaba vacía. Pregunte a todos por ti, pero nadie sabía nada, les dije que yo me encargaría de buscarte para que no se preocuparan. Estaba realmente desesperado al no saber qué hacer. Fui a la estación de policía, pero no me dieron solución, dijeron que tal vez habías salido de viaje o cualquier otra cosa para evadir su trabajo. Entre de nuevo a tu casa para buscar pistas y por suerte halle un celular, vi una conversación de hace dos o tres días de tu madre con otro sujeto, este le decía que ya había cumplido su trabajo y que estabas en la bodega - tomo un suspiro - tenía miedo, no quería perderte. Cuando llegue a la bodega no te encontré. Vi las manchas de sangre en el piso, me preocupe demasiado, pero algo me dijo que debía seguir buscándote, que estabas muy cerca de mí.

- Gracias – fue lo único que pude decir.

Seguíamos nuestro recorrido, miraba por la ventana el hermoso paisaje del que me habían privado por unos días. No estaba segura si decirlo o no, pero lo hice.

- ¿Joel?

- Dime.

- Alison...

- Alison. Nada – dijo sin dejarme terminar de hablar - fue mi error, me deje llevar por el estúpido juego de Alison. El plan era enamórate, ilusionarte y después hacerte sufrir. Pero siempre que estaba contigo, sentía que era por gusto no por un jueguito. Todo lo que te dije es verdad. Siempre me has gustado y me sigues gustando. – dijo, sentí mis mejillas arder – cuando caía de nuevo en la realidad, me decía una y otra vez que no te merecía. Eres diferente a todas las chicas que he conocido. Eres la única que me importa.

- Y el ¿BULLYING? Lo que me habías dicho antes era verdad.

- Si, y tengo dos cosas que me motivaron a parar con todo.

- Me gustaría saber cuáles son.

Bajo un poco la velocidad del auto. Estiro su brazo y abrió un cajón que se encontraba al frente del asiento del copiloto. Saco un libro y un sobre.me los entrego.

Abrí el libro y en la primera página decía "Mi historia de BULLYING".

- ¿a quién le pertenece? – pregunte.

- A mi madre. Ella sufría de maltrato – respondió.

Tome el sobre y lo abrí, leí la pequeña carta que estaba dentro de él, una vez más mis ojos se llenaron de lágrimas. Busque un remitente, pero no decía nada.

- ¿Quién te dio este? – dije, alzando un poco el sobre.

- No te lo puedo decir, pero es alguien que te conocía muy bien – respondió – cuando iba a empezar con el juego de Alison, llegaron estas dos razones a mi vida. Ahora me doy cuenta que estas fueron las razones para querer protegerte y dejar de acerté daño. Nunca estuve fingiendo. Ni siguiendo el juego. Confundí las cosas y me di cuenta de esto muy tarde. Tan tarde que llegue a terminar algo que nunca había comenzado. un juego al cual nunca pertenecí, o no para mí.

- ¿debo confiar en ti de nuevo?.

- Diría que sí, pero es tu decisión.

Joel me llevo a un hospital, me hicieron unos exámenes. También llegaron unos policías, registraron mi caso y pidieron disculpas por no hacerle caso a Joel cuando el intento avisarles.

Estaba acostada en una camilla. Una enfermera limpiaba y desinfectaba mis heridas, luego ponía banditas blancas para cubrirlas. Después me comunicaron con papa, dijo que vendría en el primer vuelo que encontrara.


Bullying (Joel Pimentel)*TERMINADA*Where stories live. Discover now