BoKuroo Love ▶HQ!!◀

Peleas idiotas

Cómo todas las parejas del mundo, Bokuto y Kuroo tenían peleas, y en su mayoría por estupideces que se decían o acciones que alguno cometía, pero su pelea de pareja más memorial fue la que tuvieron el cuarto día de uno de sus campamentos de entrenamiento.

Al final de la jornada ambos chicos se encontraban con sus respectivos equipos, Nekoma ese día había perdido unos 3 partidos con otras escuelas que se encontraban presente, por esa razón Kuroo se encontraba irritado en demasía, los chicos del equipo no quisieron tocar el tema por el momento, hasta que el equipo de la escuela de Nohebi comenzó a insultar el rendimiento del armador y rematador de Nekoma. Lev oía aquello apenado, ya que durante aquel día se había intentado asegurar el dar su máximo rendimiento, pero el chico a pesar de su gran altura aún no era capaz de rematar correctamente y a causa de ello perdieron bastantes puntos, y por otro lado está Kozume quien hacía oídos sordos a aquellas provocaciones, pero quien no podía hacer aquello era el mismísimo capitán, quien de inmediato se acercó al sujeto que propiciaba tales palabras a los miembros de su equipo sin disimulo alguno.

—¿Cuál es tu problema, Daisho?—cuestionó el azabache al capitán del equipo contrario.
—Ah?, ¿me oíste Tetsurou-kun?— sonreía maliciosamente el contrario — No debería de molestarte es solo que tu equipo es bastante disparejo, hay algunos que parecen sobrar allí.
—En nuestro equipo nadie sobra, y para serte sincero no creo que ese deba ser el pensamiento del capitán de un equipo, es bastante egoísta e infantil— comentó.
—Bueno esa es tu opinión, pero yo sólo digo la verdad, si tú no quieres oírla ese ya es tu problema—

A lo lejos Bokuto observaba cómo aquella discusión en la que se veía involucrada su pareja se tornaba cada vez más peligrosa, por lo que decidió acercarse a ver lo que ocurría con total incredulidad, típico de él.

—¡Kuroo!, ¿Qué estás haciendo?— Saludo el albi teñido, recibiendo a cambio una mirada furiosa de su pareja y una sonrisa burlona de Suguru Daisho.
—¡Bokuto!, exactamente de ti hablábamos— comentó el peliverde — Le decía un par de cosas a Kuroo-kun cuando salió el tema de nuestro partido de hoy, recuerdas cuando mientras nosotros jugábamos, tú observabas a Kuroo burlándote de él—
—¿Qué?— respondió incrédulo el As de Fukurodani, sin saber a qué se refería el otro.

La expresión de Kuroo pasó de una enfadada a una cuestionante, buscando respuestas para aquello que el peliverde había mencionado.

—Kuroo-kun es tan ingenuo— habló Daisho para luego posar su mano en el hombro de Bokuto y decir — incluso Bokuto cree que juegan mal, el pobre durante todo nuestro encuentro no pudo despegar los ojos de ti— río sonoramente para luego marcharse de allí.

De momento Kuroo parecía más molesto por el hecho de que Daisho tocase a su novio que por las ridiculeces que salían de su boca.

—Y bien Bokuto, ¿Qué me dices al respecto?— cuestionó el azabache.

Los chicos del Nekoma regresaron a su habitación para dejarles conversar a solas, salían uno por uno por la gran puerta del gimnasio, Lev era consolado por el libero que le aseguraba que no hiciera caso a las absurdas palabras del capitán de Nohebi y que él, pronto mejoraría mucho más, dicho esto el ruso tomó suavemente la mano de su amado libero al salir del gimnasio murmurándole un "Gracias".

—Kuroo...yo no me burlaba de ti— respondió nervioso
—¿Ah sí? Entonces ¿por qué mirabas tanto?— pregunto irritado —¿Qué es lo que te hacía tanta gracia?
—Es que...Yo..yo te miraba porque te veías muy lindo jugando— finalmente declaró el Búho
—¿Qué?— preguntó el azabache desconcertado
—Eso es, tu te veías lindo mientras jugabas por eso te miraba, estaba concentrado en el partido pero no podía apartar la vista de ti por eso recibí dos veces un balón en la cara, me desconcentras— sentenció sonrojado el peli gris con negro.
—Eres un idiota, Bokuto— Kuroo se acercó a su novio y lo besó suavemente en los labios mientras cruzaba ambos brazos en el cuello del otro— y otra cosa más, no vuelvas a dejar que ninguna serpiente cochina ponga sus sucias manos encima de ti, me oíste— a lo que Bokuto solo asintió alegremente para volver a besar a su celoso novio.