Capítulo 23: Sorpresa

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Lauren’s pov

La noche anterior fue demasiado divertido no solo por lo bien que la conversación entre Camila y yo podía ser cursi y llena de sentimientos pero después no podíamos parar de reír, no me dí cuenta de lo mucho que Camila tomaba vino pero si pude darme cuenta de que era demasiado divertido ver como Camila no se encontraba en sus cinco sentidos.

FLASHBACK

─Camila tienes que levantarte de ahí no puedes quitarle la silla a la señora sin más.─ Regañé a Camila tratando de no reirme y hacer que la señora que estaba a mi lado se enojara aún más de lo que ya está.

─Nop, es un espacio público y si yo quiero subirme a esta silla lo haré… ¡Mira un pájaro!─ Camila saltó de la silla y corrió detrás del supuesto pájaro que realmente era una cometa enredada en la rama de un árbol, me disculpé y fui detrás de Camila.─ El pajarito está triste Lern.

─¿Por qué dices que está triste?

─Porque no se mueve, Duh pensé que sabías más de pajaritos.─ Golpeó mi hombro y luego empezó a tratar de trepar el árbol.

─Camila vamos a casa, hace frío mañana volveremos por el pájaro.

─¿Por la garrita?─Estiró su dedo meñique esperando que cerrara la promesa o algo por el estilo.

─Si, por la garrita.─Camila aplaudió y con pasos lentos y torpes caminó junto a mi.─Vamos a tomar un taxi pero por favor no te quedes dormida.─ Asintió bostezando y sobando sus ojos, sabía que no me haría caso.─ Si te quedas dormida te irás con el señor del taxi.

─Seremos amigos e iremos a la playa donde hay muchos osos panda.

─En las playas no hay pandas.

─¡mientes!

─Está bien, mañana venimos por el pajarito pero ahora tenemos que ir a casa.

─Tengo hambre.─Tome a Camila de la mano y fuimos al paradero donde había solo un taxi, suspire aliviada y subí al Taxi con Camila, le dí las indicaciones y traté de distraer a Camila que no paraba de tararear alguna canción.

─¿Que canción estás tarareando?

─No lo sé, Lern tengo sueño

─Ya vamos a llegar Camz.─ Camila apoyó su cabeza en mi hombro y cerró sus ojos.─Si te duermes te voy a dejar en el taxi.─ Supe que no servía de nada las “amenazas” que le decía a Camila, ella siempre se salía con la suya.

Después de un rato llegamos a nuestro departamento, y si, Camila estaba profundamente, tuve que subirla en mi espalda y subirla hasta arriba.

Cuando logré subir la dejé en la cama y la tapé para que no le diera frío, me puse mi pijama y cuando me acosté Camila se acercó a mi refugiándose en mi cuello.

─Puedo no estar en mis cinco sentidos pero no puedo dormir sin estar cerca de tí.─Arrastró las palabras besando torpemente mi frente

─¿Cómo fue que tomaste tanto vino?─Reproche abrazando mas a Camila.

─No lo sé ¿Pero sabes qué es lo peor?

─¿Que puede ser peor que ver a mi dulce princesa ebria?

─¿Soy tu dulce princesa?─ Camila de inmediato me miró confundida pero al mismo tiempo sus ojos brillan haciendo que la noche contraste con su belleza.

ENTRE CUERDAS - CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora