Hoy, mientras caminaba dispersa con rumbo a cualquier lugar, dos autobuses se han cruzado a mi lado.
Decenas de hojas secas y yacentes han trazado una espiral despegando del asfalto. Otras que aún colgaban de las ramas, han aterrizado en el alquitrán por primera vez.
Las arrugas de mi camiseta han cambiado de posición. Mis párpados han bajado las persianas por un momento.Pero sería hermoso pensar que, quizás no decenas, pero si algún que otro par de ojos se ha quedado prendado por otro par que lo observaba efímero desde la ventana opuesta.
Sería hermoso pensar que esos pares de ojos volvieran a chocarse.
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reconstrucción de destrucción
De TodoClaro que siento... el corazón está a la izquierda y yo, soy zurda.