GUARDA ESPALDAS

Capitulo 1

5/08/2012 un día después del entierro de los padres de _________

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— __________ no puedes estar aqui, menos ahora que todos corremos un gran peligro, yo, mi hija y mi mujer y tu.

— No entiendo por que quieres que este en tu casa.— se limpio la nariz.— Tu mujer me odia, André. Y mis padres ya no están ahí.

— Te lo he explicado de una y mil maneras.— se acerco a su hermana.— No quiero que estés en este departamento, sola, en donde puede que un loco asesino te encuentre y te haga daño.

— Los extraño.

— Y yo también.— la chica se recostó en el pecho de su hermano.— Pero por favor vente conmigo.— le dijo para después dejar un beso en su frente.

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13/08/2012
Un día mas sin mis padres... Solo que ahora no estoy en aquel departamento vacío en donde solo mis lamentos y mis pensamientos retumbaban en las cuatro paredes blancas. Ahora estoy aqui, en casa de mi hermano mayor, escribiendo mi despedida en esta carta, todo esto me agobia, no tengo motivos para seguir viviendo, solo le estorbo a mi hermano y a su familia, soy una solterona de 19 años a punto de quitarse la vida...

La chica acomodo un banco cerca de la soga que colgaba del techo para después regresar al escritorio y terminar de escribir entre lagrimas.

Cuida muy bien de Violeta, hermanito...Lo siento mucho.
_________ <3

Así, la chica cuidadosamente fue subiendo al pequeño banco cafe que estaba cerca del escritorio y acomodo la soga sobre su cuello, cerro los ojos y medito por unos minutos.

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André abrió la puerta, su niña y su mujer estaban detras.
eran los guarda espaldas...por fin.

— Es un gusto conocerlos a todos.— saludo el hermano mayor con una sonrisa y los invito a pasar.— Presentense por favor.

— Soy Diego y vengo a cuidar a la señorita Isabella.— se presento el mas alto.

— Yo soy Zendaya y me encargare de cuidar a la pequeña Violeta.— le sonrió a la pequeña, aquella morena.

— Un placer soy Marcos y me encargare de su seguridad señor Rodriguez.— el hermano asintió.

Unos segundos en silencio...

— Falta el guarda espaldas de mi hermana...— lo busco detras.

— Esta estacionando el coche.— le respondió Zendaya.

— Hola, perdón la tardanza estaba estacionando el coche.— apareció y dijo aquel chico vestido de negro, ojos color cafés mientras se acomodaba la corbata.— Mi nombre es Bruno Hernandez y vengo a cuidar de la señorita __________ Rodriguez.— sonrió aquel guarda espaldas.

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Hazlooooo...
Nadie te necesita
Nadie  te extrañara..

Repetían las voces internas de __________, apretó los ojos y puños he hizo aun lado el banco. Sintió como su cuello era apretado de una manera brusca y firme, comenzó a patalear y a su cabeza llegaba arrepentimiento de haberlo hecho. Pobre muchacha.

En ese momento la puerta se abrio.

— ¿hola?, permiso.— el joven moreno entro y vio aquella escena. Se quedo por unos segundo quieto.

Actuó lo mas rápido que pudo y cargo a __________ mientras que con la otra mano deshacía el nudo en su cuello. La bajo por fin y la puso sobre  el escritorio. La chica tosía y tosía, el chico le hacia aire con su mano.

Después de unos tres segundos se recupero un poco.

— ¡Sueltame! ¿¡Quien eres tu imbecil!?¿¡quien te crees para venir a mi cuarto!?.— se bajo del mueble y comenzó a gritarle, a golpearle el pecho, el moreno solo la tomaba de las muñecas impidiéndole golpearlo "fuerte".

— Mire yo no se tampoco quien es usted, pero yo estaba por tocar la puerta y esta se abrió.  Y ahí la vi a usted haciendo una locura ¡creo que evite una tragedia!.

— ¡Eso era lo que queria, morir!, ¡La tragedia esta hecha no entiendes!.— la castaña rompió en llanto.— ¡No, tu no entiendes nada, ¡Vete! ¡Vete de aqui!

— No de ninguna manera me voy a ir de aqui, y menos dejándola en este estado.— hablo calmado.

La chica solo se dejo caer en su pecho a llorar. Enseguida se volvió a acomodar.

— No se por que usted trato de hacer esto pero le aseguro que esa no es la solución, nunca.— hablo el guarda espaldas.

__________ seco sus lagrimas un poco, pero su llanto y sollozos aun seguían presentes, paso sus manos sobre su cabello en señal de desesperación.

— ¿Quien eres?.— limpio su nariz.

— Su guarda espaldas.