Capitulo 02

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Desperté esta mañana con unas enormes ojeras que definitivamente no combinaban con nada de lo que llevaba puesto. Subí hasta el piso 95 ignorando las miradas que la gente me daba al pasar ¡No dormí bien! ¿Qué tiene eso de malo?

«Otro sueño caliente con tu primo, hasta donde sé, eso está mal.» Bueno, ya estabas demorando en aparecer ¿No?

Camine hasta mi oficina con un café en mi mano derecha y mi bolso con el trabajo que debía adelantar en mi mano izquierda.

- Te ves horrible.

Y no podía faltar mi amiga Diane en decir lo obvio.

- Gracias Diane, tú tan amable siempre.

- Existe el corrector de ojeras ¿Sabias?

Solo gruñí como respuesta. La verdad en lo último que pensé esta mañana fue en maquillarme.

- Que ánimos tenemos hoy. Cuéntame pequeño saltamontes ¿Qué es lo que te atormenta?

- No te alcanzarías a imaginar, la lista es larga.

- Intentaré. ¿Tiene que ver con esa cosa que tú llamas novio?

La mire mal. En realidad me importaba un rábano lo que hablara de él, pero hoy estaba estresada.

- Christian, se llama Christian. Ayer me dejo un mensaje en la contestadora, está fuera de la ciudad por su trabajo, tal vez llegue hoy o mañana.

- ¿Y eso te tiene mal?

- No… Sí… No lo sé. – Negué con la cabeza. – Mejor hablemos de eso en el almuerzo, tengo trabajo que adelantar.

- Hoy solo serán tú y Ranndhy, me atrasé con unos informes para Adam y me toca tomar la hora del almuerzo.

 Asentí para dar por terminada la conversación. Encendí mi ordenador y empecé a trabajar, por lo menos trabajando mantendría mi mente ocupada y podría alejar a esos demonios de mí.

«Querrás decir a ese ángel que tienes por primo.» Gruñí.

***

Dos horas más tarde tenía terminado dos de los tres informes que estaba haciendo pero me faltaba la información del tercero.

- Oye Diane, tú te encargaste de organizar los portafolios de todos nuestros clientes, ¿Sabes en donde está el de Paul Horan?

- Mmm… La semana pasada Adam me lo pidió, él debe de tenerlo.

¡Genial! Y yo que tenía tantas ganas de moverme de esta silla hoy, nótese el sarcasmo, ahora debo subir hasta el despacho de Adam.

Subí lo más rápido que mis piernas me dieron hasta el piso de Adam. Al llegar me acerque a la mesa de Samanta.

- Hola Sam ¿Cómo amaneció ese chiquitín?

Samanta estaba esperando un niño.

- Al parecer está tranquilo, pero no demora en empezar a revolotear. En las noches no se pone de acuerdo para dormir y ya te puedes imaginar cómo me deja. ¿Dime en que puedo ayudarte?

- ¿Adam está disponible?

- En este momento no, pero puedes sentarte a esperar no creo que se demore.

Resignada me senté a esperar, de igual manera si volvía sin el portafolio no iba a hacer nada. Hable con Samanta durante quince minutos sobre que cuidados debe tener una mujer en el embarazo, por lo cual ya me puedo declarar preparada para estar en cinta.

« ¿No puedes con tu vida y ya estás pensando en hacerte cargo de otra?» Bueno pero ¿Tú de dónde sales?

La puerta del despacho se abrió dejando ver a una sonrojada Ranndhy que al verme se puso muy nerviosa. Ahora que me acordaba, ayer también la había visto en este piso.

LOS JUEGOS DE MI PRIMO (PLAYERS I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora