El 27 de Diciembre de 1983, el Papa Juan Pablo II llegó a la cárcel de Rebibbia, haciendo una visita a quien fue su atacante dos años atrás, en 1981. Alí Agca. El ciudadano turco que atentó contra la vida del Santo Padre cuando este recorría la Plaza de San Pedro, un 13 de mayo.
En aquella visita, Karol Józef otorgó el perdón al hombre, por el cual fue intervenido casi 6 horas en una cirugía de estómago. Antes de ello, ambos mantuvieron una charla privada en la Celda de Agca, de la cual nunca se supo absolutamente nada.
Alí explicó al Papa, en aquella conversación, los motivos reales por los cuales había intentado asesinarlo. Mientras el mundo especulaba sobre un trato entre el Servicio Secreto Búlgaro y la URSS, que en aquellos momentos tenía fuertes problemas con la Iglesia Católica, la verdad era que Agca había sido enviado por un grupo secreto, con una sede principal en Nueva York, Estados Unidos. El atacante le dio una carta al Santo Padre y le dijo que en aquel papel se encontraba escrita la razón por la cual trató de asesinarlo, también era la misma razón por la que un año después, el 12 de Mayo de 1982, un sacerdote Español lo hirió en su visita a Portugal, cuando se dirigía a la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima, misma a quien el Papa decía deberle el salvarse de una posible muerte.
Al final de su charla y antes de que las cámaras los vieran juntos, el Pontífice pidió a Alí mentir y dar la razón a los medios y sus especulaciones, sobre el ataque. Pero el hombre no podría meterse en problemas con el gobierno Búlgaro, mucho menos con la URSS, sabía que si lo hacía acabaría muerto y su grupo secreto, al haber fallado, no lo ayudaría.
Agca declaró en un inicio formar parte del "Frente Popular para la Liberación de Palestina", mismo que eran financiados por el gobierno Búlgaro, esto permitiría a Alí acatar la orden de Juan Pablo y sin meterse en muchos problemas con ningún grupo, ni gobierno comunista, por lo que su vida estaría a salvo.
Al encontrarse solo y seguro en la habitación papal, Juan Pablo sacó de su sotana Blanca la carta que se le había entregado algunas horas antes. El sobre ya estaba abierto, el antiguo sello fue reconocido por él mismo. Se trataba de un sello muy familiar, mismo que él utilizó unos años antes. La letra puesta y las palabras plasmadas, fueron, también, reconocidas por el Papa.
Tres meses antes del ataque en la Plaza de San Pedro, Karol Józef, mandó una carta hacía Nueva York, misma que llegó a la sede principal del grupo al que él pertenecía y para el cual Alí Agca trabajaba como asesino profesional. Ubicado en la esquina entre La Quinta Avenida y la Calle West 33rd, a pocos metros del Empire State. Un edificio de 33 pisos, perteneciente a "Latin Woman", una empresa diseñadora de modas reconocida a nivel internacional, sobre todo en los países del continente americano, se alzaba guardando un gran secreto en su último piso, el piso 33.
Juan Pablo llamó inmediatamente a uno de los cardenales más fieles a él y en el cual, el Santo Padre depositaba su total confianza. Joseph Aloisius Ratzinger.
Ratzinger entró en la habitación 20 minutos después del llamado, ofreciendo el respeto adecuado a "Su Santidad".
- Toma Asiento Joseph - Dijo Juan Pablo sentado en un pequeño sillón acolchonado a la mitad de su habitación. Apuntó a un sofá frente a él.
Ratzinger se desplazó unos cuantos pasos adelante y se posó en aquel sofá largo y cómodo. Siempre viendo con gran sorpresa a Karol. No sabía qué pasaba en realidad, pero tenía la sospecha que se trataba de algo muy serio.
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El FIN de los COLORES
Science FictionEl mundo cambió, pero lo ha hecho para mal. 2019 no fue el año que todos esperaban, al menos no el que la Comunidad LGBT+ deseaba e imaginaba. En medio de tantos festejos y eventos conmemorativos por los 50 años de Stonewall, en New York, un suceso...