LA REVOLUCION DE LAS EX'S.

Capitulo 25.

Le habia vuelto a llamar y se iba a buzón de mensajes, quiza lo había apagado. Por una parte le entendía y por otra no. No me hallaba, a decir verdad ella también había salido con su ex, y según lo que ella me cuenta la ex es muy melosa e insistente, siempre que estan juntas trata de besarla o tener momentos de cariño con ella, le lleva flores y eso. Yo nunca le dije que no le besara, ni le recibiera las flores y mucho menos que no se vieran, por que en realidad, si, ella me gusta y es muy linda, tiene muchas virtudes y defectos que me atraen. Pero aun así sigo siendo nadie para prohibirle que hacer. Yo entiendo que le moleste, pero yo no quede con Alex, ni la llame para que viniera, ella sola aparecio en la puerta de mi cuarto.
Ya no sabía que más hacer para que me contestará, sólo quedaba esperar. Tiene dos opciones; enojarse y volverse a contentar. Así que por el momento dudo que me quiera hablar.
Ya estaba tarde, se habia pasado el tiempo volando, ya eran las 11:46 pm y ella seguía sin atender el teléfono. Decidí dormir, aún me sentía algo estropeada y sin fijarme tenía varios moretones en la espalda. Estaba un poco cansada, mi mente esta a estallar, no le cabía una cosa. 

*PART OF GABY* 

-Si la besaste. Adiós.- Sin decir una palabra más colgue. Estaba tan furiosa, que era capaz de insultarle, y de una u otra manera no quiero tratarla de esa manera pero ashhhhhhhhhhhhh. 
Necesitaba salir, pensar todo con más calma, me sentía muy confundida. 
-Hey, ¿a donde vas a estas hora?- Me pregunto mi hermana mayor con un gesto bastante apropiado de mi mamá el cual me causo risa. 
-Tranquila, sólo necesito un poquito de aire, esta haciendo como calor aquí, en una hora estaré de nuevo aquí.
-Gaby, pon mucho cuidado a estas horas las calles están muy solas, por favor no te demores.- Asentí y salí, en sí no tenía un destino fijo así que fui a un parque no muy lejano y me senté ahí. Saque un cigarro, estaba buscando el encendedor pero tal parece que la olvide en casa. Me lleva la /&%"#.
Me recosté en el pastizal. Me sentía cansada física y mentalmente de por sí había sido un día con altibajos, todos tenemos que llegar a una edad donde hay que trabajar y estudiar para mantenernos, aportar en casa y etc. La rutina me consumía. 
/Flash part/
Eran exactamente las 4:30 am. cuando sonó el despertador y yo me encontraba en una gran lucha entre pararme y comenzar el día o quedarme durmiendo todo el día y tener un magnifico día:) No hay necesidad de adivinar cual gano:(, en este caso el mal no pudo triunfar. Así que me levante, me bañe, me coloqué el uniforme de enfermería (Si, estudio enfermería), apetito no tenía, se puede decir que soy de esas persona que a veces puede tener un apetito feroz pero hay momentos en los que no se le apetece comer, okay esa soy yo. 
Salí de casa, eran las 5:20 am. tome la ruta que me dejaba justo en el reformatorio de mujeres, ahí tenía que hacer mis practicas diariamente, aunque no había que hacer mucho algunos días, era algo que me emocionaba, por que soy algo arriesgada, el peligro llama mi atención siempre. Yo ya llevaba practicando ahí un poco más de un mes y en este periodo de tiempo habían llegado varías chicas heridas la mayoría por golpes de una que otra pelea, otras por heridas de armas cortopunzantes, pero la minoría no eran nada grave unas eran por impertención, dolores gastricos, migrañas y cosas así. Nada que una inyección o pastilla no solucionara. 
Ya estaba en la entrada al reformatorio, lo unico que no me gusta de estar aquí es la senda manoseada que te dan al ingresar, venga, eso si que es incomodo. Algunas guardianas son aprovechadas, ellas no registran, ellas manosean. Pero okay, ya pasado el martirio, comencé a trabajar y así pasaron las horas eran ya las 4:30 pm y yo no había comido nada más que una galleta integral, mi cuerpo necesitaba algo de verdad. Espere a que fueran las 5 pm. que era la hora en la que se terminaban las practicas, salí con mis compañeros y siempre soliamos ir a un bar que queda por la plaza central, allí vendían una comida espectacular y unos cocteles excelentes. Ya en el lugar tomamos una mesa para cinco personas, pedímos y estabamos comiendo todos felices y dichosos.