Sonreía porque, en su peor momento, lo único que podía hacer era sonreír para intentar darle un poco de color a su vida.
Sonreía porque nadie sonreía ahora mismo para él.
Sonreía porque, simplemente intentaba despedir a la esperanza con buena cara, como en todas las despedidas, mientras está se alejaba lentamente de su lado, dejándolo tan solo con soledad.