Casada por obligacion

Capitulo 3

Capitulo 3:

-Mía, tenemos que hablar.- dice en un tono bastante frio que hasta se me erizan los pelos

-Claro Alex dime...

-Lo que hay entre nosotros sabes que no es amor, yo no te amo mía, yo no pretendo que te enamores de mi, solo que tratemos de llevar este matrimonio de la mejor forma, divirtiéndonos mutuamente.

-sí, si tranquilo, entiendo perfectamente - digo, no lo puedo creer, mis lágrimas amenazan con salir, me siento usada, pero las retengo. No puedo llorar en este momento.

-Mía, yo no soy un hombre de una mujer. Yo soy un hombre de muchas mujeres, y no quiero que te enamores de mí. Eres mi esposa pero ya. Hasta ahí.

-Tranquilo, Alexander. Yo no pretendo enamorarme de ti. Simplemente divirtámonos juntos... mientras estemos casados. Que hasta donde sé, son dos años. ¿no? Bueno, siendo así, no hay problema. Nos podemos divertir mutuamente.- Maldito pienso -pero eso sí. nada de salir con mujeres a lugares públicos, porque no quiero ser la "típica esposa cornuda", Alexander.- Maldito vuelvo a pensar -si quieres es... estar con... con otra mujer... adelante, Alex, pero trata de verificar que no tenga ninguna ETS... yo no... no quiero... contagiarme o... o algo así.

-Tú tranquila, eso no pasara. No te contagiaras de nada... y con respecto a si llegas a estar em...-No lo dejo continuar.

-Yo me hare cargo sola del bebé, Alexander. Si llego a estar embarazada, no te preocupes, yo me hare cargo sola del bebé.

-Bueno, siendo así, mía, ya dejamos los puntos claros... desayunemos por favor.

-Alex, así como tu saldrás con otras mujeres... yo... yo saldré también con otros hombres.- Mierda, ¿fueron ideas mías o puso el gesto duro? como si estuviera enojado o algo así. No sé ni para que dije esto, pero bueno, el cree que es el único que puede jugar así... pues yo también. Ay, Alexander.

-Eso de ninguna manera, Mía.- aguarda un momento ¿Qué dijo este pedazo de mierda?- tú no saldrás con otros hombres.- Ahora sí, este se la fumo y bien verde... ¿pero que se cree? Tu esposo pendeja maldita subconsciente no se puede callar ni cinco minutos. Pero tiene razón, pero por más que sea mi "esposo" él no me puede prohibir nada, el saldrá con mujeres ¿y yo no puedo salir con otros hombres? Estas equivocado querido.

-¿perdón? O sea... yo no puedo salir con otros hombres y tú si puedes irte a revolcar con cuanta mujer se te cruce enfrente.

-Perdonada.-Dice a modo de burla. maldito.

-No estoy jugando, Alexander Kauffman.

-Mía, no es eso...- no lo dejo terminar.

-Escúchame muy bien, Alexander. Si tú harás tu vida por un lado pues yo también haré la mía ¿estamos? Tú no eres quien para decirme esto, cuando acabas de decirme que harás tu vida aparte saliendo con otras mujeres.- Dicho esto el me mira fijamente tratándome de intimidar con la mirada pero no lo consigue, ya que los dos nos estamos fulminando con la mirada.

-Señores pasajeros; le informamos que ya vamos a aterrizar en el aeropuerto internacional de Barcelona. se les agradece por favor abrochar sus cinturones, gracias.- la voz de la azafata nos saca de nuestra pequeña guerra de miradas fulminantes y hace que tomemos haciendo, cada uno por un lado... fundidos en nuestros pensamientos.

(...)

Media hora después llegamos a una gran casa a las afueras de Barcelona. Es una casa pequeña con un gran patio; la casa es blanca, con unas puertas y ventanas corredizas, una pequeña terraza cubre la planta de arriba, mejor dicho el techo; tiene una vista enorme. Es una casa muy hermosa, está en medio de un gran campo.