ƐƖ ѕσƖ & Ɩα Ɩυηα

Mι Kнαи-ѕαмα~

“El inicio”

Hermoso mármol blanco,pasillos brillantes,extravagantes,exóticas y llamativas decoraciones, doncellas y sirvientes de aquí para acá,las pisadas y murmullos de algunos sirvientes que miraban curiosos la figura de su príncipe acompañado de aquella extraña persona...
Al subir al siguiente piso,las únicas pisadas que se escuchaban por los pasillos eran las de ambos jóvenes; esa parte era más tranquila a excepción que de uno u otro sirviente,pero era casi imposible hubiera tanto alboroto como el de abajo.

Otro piso más,el más alto se sentía más fuera de lugar,confundido,dudoso,pero...a la vez con una sensación difícil de explicar al estar ante aquella divinidad que se presentó ante él en sus casi últimos momentos.

—¡Es aquí! — Por fin habló el más bajo y así las puertas de su propia habitación abrió dejando a la vista la llamativa pieza que tenía, con unos hermosos colores dorados y vino.

—Anda,no seas tímido y pasa,nadie te hará nada aquí si no lo permito.— Aseguraba.
El aura del más bajo era alegre,infantil,cálida y daba seguridad, como el mismo sol.

Ante la duda del más alto el príncipe término empujando infantilmente al más alto dentro de la pieza cerrando las puertas tras él, no quería nadie interrumpiese,por que sabía así sería,acababa de llevar a su reino a prácticamente un criminal,un pecador,alguien que merecía morir.

El príncipe tomó asiento en su elegante cama,con una sonrisa animada,su mirada se fijaba en su invitado.
El silencio invadió la habitación,era incómodo,ninguno de los dos sabía exactamente que decir,bueno...era lógico después de todo lo pasado.

El príncipe; Soma Asman Kadar,un joven el cual siempre había carecido de atención familiar,tal vez muy  infantil, pero una persona buena.

Él; Agni. . .o ese era su nombre ahora,el nombre que su salvador,su dios,le acababa de dar,dándole la oportunidad de iniciar una nueva vida fuera de pecados y para redimir todos ellos ante los dioses.

Soma había escuchado de Agni,una persona que daba desgracia,alguien alejado de dios,alguien condenado a morir por pecador,el interés fue grande,un interés que ni el mismo  comprendía, un interés que hizo terminara salvándolo de su juicio final y le diera una nueva vida a su servicio.

—Agni. . .— Por fin habló el príncipe, pero fue interrumpido por el llamado de su puerta,alertando a ambos hindúes.

—¿Príncipe Soma?— Una suave voz femenina sonó tras la puerta,voz que el más bajo reconoció enseguida haciéndole poner una sonrisa tan radiante,sonrisa que causó curiosidad en el de ojos plateados.

—¡Meena!— Abrió la puerta de golpe y ahí se encontraba la joven más cercana al príncipe, esta dirigió una mirada preocupada a Agni y enseguida volvió al joven de la realeza.

—Principe,sus padres...— Anunció algo sería.
Soma entendía, pero aún le dijeran lo que sea él no cambiaría su decisión sobre Agni.

—Agni. . .¿Podrías permitirme un rato? No demoró. . .— Tanto Meena y Soma dejaron al nuevo inquilino en aquella inmensa habitación.
Habitación la cual sin controlar su curiosidad el peliblanco término observando más a detalle.

Larga discusión, palabras entre ambos,el príncipe estaba indignado,molesto tal vez,molesto por que....¿Sólo en momentos así le prestaban atención?
Pero aún así; iba por los pasillos camino a su habitación con esa sonrisa suya,una sonrisa que demostraba que la discusión el la término ganando.

—¡Agni!— Exclamó abriendo de golpe la puerta.

El otro sólo le dirigió una mirada,raramente una pequeña pero no visible sonrisa se pintó en los labios de Agni,sonrisa al ver a su dios y sol.