Marxismo

VII

El marxismo como cosmovisión que debe abarcar y analizar, desde el materialismo dialéctico, todos los aspectos de la realidad material:

Una cosmovisión es una forma de concebir el entorno a todos los niveles, desde los más cotidianos hasta los más universales. El marxismo clásico está ligado al plano económico a la hora de examinar los conceptos de estructura y superestructura. Sin embargo, conviene recordar que el capitalismo es de naturaleza monopolista.

Esto es algo que ya señalaba Lenin en El imperialismo, fase superior del capitalismo:

Pero no solo es una forma de entender la estabilidad y supervivencia por parte de las empresas con más poder en el capital. Es también su deseo de expandir su influencia, de convertir cada aspecto de la existencia en algo que poder mercantilizar. Por eso, la concepción de las estructuras fue ampliándose mediante una serie de autores:

1. Walter Benjamín.

2. Angela Davis

3. Erich Fromm

Estos son algunos ejemplos, pero todos cuentan con un elemento común: el análisis material de diversos aspectos de la realidad. Es importante no convertir el marxismo en dogma, sino comprender su praxis, porque precisamente el materialismo dialéctico lo que nos lleva a pensar es que la realidad objetiva dependerá de sus condiciones, las cuales será necesario analizar para, a través de un proceso dialéctico, sintetizar una postura. A día de hoy, por ejemplo, el progreso ha alterado los procesos de producción, la evolución del capitalismo ha modificado la concepción de clase,  y su opresión económica y social ha fagocitado la naturaleza de otras opresiones autónomas.

Para muestra, el análisis realizado por Engels:

El caso es que el análisis material del marxismo sigue definiendo la realidad, dado que las relaciones de producción siguen siendo iguales. El pensamiento crítico y materialista nos lleva a entender que cada sector concreto está sujeto a unas condiciones. Y en el caso de sectores oprimidos por más estructuras aparte de la cuestión de clase, se hace necesario un análisis material. Algo que les ayude a entender cómo afecta esa propia cuestión de clase, centralizadora de la desigualdad social, a su condición de personas oprimidas por género, sexualidad, identidad cultural, etc.

En resumen, el marxismo, y por supuesto su base filosófica, son el primer arma para relacionarnos con todo nuestro entorno. No se trata de jerarquizar luchas, ni de someterlo a una cuestión limitada, sino de asumir esa cosmovisión, y a partir de eso establecer una praxis. Si en nuestra realidad personal no construimos esto, difícilmente lo haremos en cualquier espacio más amplio.