Capítulo 1.

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No tengo mucho que decir de éste fic, sólo que es corto y espero que les guste.


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Estiró los brazos mientras bostezaba intentando apartar todos los restos de sueño que sentía en ese momento, la sensación del frío fue lo primero que sintió al hacerlo y cuando su cuerpo dejó de estar cubierto por las mantas, mirando hacia abajo y notando que una vez más se encontraba desnudo, comprobando que durante la noche se había quitado la ropa, una nueva costumbre que había adquirido y no recordaba desde qué momento exactamente, y aunque no todos los días amaneciera sin ropa ya era algo que no le sorprendía como en un principio lo había hecho, sino que sólo se levantó de la cama tomando su ropa a su paso y se la colocó en silencio con demasiada pereza al saber que tendría que preparar su propio desayuno, la peor parte de vivir solo se decía cada mañana, porque la comida preparada ya no le esperaba, ni la voz de su madre diciéndole que debía bajar a desayunar, él se había "independizado" o mejor dicho, había decidido vivir un poco más cerca de la universidad, pero sus padres todavía le ayudaban económicamente a pesar de que él tuviera un trabajo de medio tiempo de lunes a viernes.

El suave maullido que se escuchó la habitación le recordó que no estaba solo y que tampoco podía regresar a la cama como se lo había planteado mientras se vestía. Observó como una bola de pelos blanca con gris obscuro se estiraba en su cama antes de saltar y mirarlo unos segundos antes de que lo viera salir corriendo a la puerta que estaba un poco abierta, una nueva costumbre desde que adquirió al dormir desde que aquel gato llegó a su apartamento.

—Algodón, no hagas desastres —dijo caminando hacia la puerta para seguir al gato que imaginaba a en dónde estaba, podía escucharlo maullar.

Al llegar a la cocina vio al gato junto su plato de comida maullando como si le dijera que tenía que darle de comer. Caminó hasta la refrigeradora sacando la leche y colocó un poco en un vaso de vidrio para después calentarla en el microondas, mientras pensaba rápidamente en un desayuno para él, sacando también algo de jamón y en queso de la refrigeradora para prepararse un emparedado, ya que no tenía demasiados ánimos de preparar algo más elaborado para su desayuno, aquello con una taza de café sería perfecto para su mañana.

Cuando el microondas informó que la leche estaba lista, la sacó y la vertió en el plato de comida del gato que había dejado de aullar como si entendiera que su desayuno estaba en proceso, viendo como el animal de inmediato se había acercado para empezar a tomar la leche, y él casi pudo sentirse tranquilo al verlo comer porque su gato podía ser muy selectiva en la comida, aunque en esos seis meses que lo tenía como mascota había aprendido algunas cosas, y eso era acerca de la comida, lo que a su gato le gustaba comer y lo que no, o de que odiaba que lo bañase, así como también que no le gustaba dormir en el sofá durante la noche sino que lo hacía junto a él, aunque esa era una concesión que él le hizo cuando simplemente pudo haberlo dejar maullar afuera de su habitación la primera noche que lo tuvo ahí.

—Algodón, ¿está buena la leche? —inquirió dejando un trozo de jamón en otro plato al lado del que su gato comía.

Observó como de inmediato el animal se acercó al jamón empezándolo a comer y él continuó preparando su desayuno, algo que no le tomó mucho tiempo, antes de que estuviera en la barra de la cocina comiendo, observando como el gato parecía demasiado entusiasmado con su propia comida, incluso cuando ya terminó de comer maulló saltando en la silla al lado de la que Min Ho estaba, restregándose contra la pierna de su amo y ronroneó cuando su dueño bajó una de sus manos y lo acarició.

Mío, mi humano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora