Secretos olvidados

No James...

James

A las horas, un hombre alto con pelo blanco y una bata, apareció a través de la puerta de la habitación de Elizabeth.

—Está estable, pero dormida— Pronunció. Entonces un gran escalofrío recorrió toda mi espalda con ganas de salir en forma de llanto.

—Entonces, ¿Se recuperará?— Gire la cabeza y vi a Carla, se mostraba diferente, preocupada y muy distante conmigo. Solo notaba como intentaba no estallar, como intentaba no sentirse debil, o simplemente no llorar ante aquella situación.

—Si, tranquila señorita, se mejorara—

—¿Cuando podremos verla?— Preguntó Carla.

— Ahora mismo puede entrar solo una persona—  Dijo, dándose la vuelta y caminando a través del pasillo, desapareció.

Entonces fue cuando empezaron las dudas, ¿Que es lo que querría Elizabeth? Quizás, prefería a Carla antes que a mi, es obvio, pero ¿Como la iba a preferir a ella antes que a mi? Ella le fallo tanto... Aunque aún así, sigue siendo su mejor amiga... Yo también le falle... Todos le fallamos y ella no se merecía nada de eso, nada de lo que le hicimos...

Cuando me di cuenta Carla ya estaba dentro, y yo estaba fuera con una sensación increíble de odio, era yo quien debía de entrar, ¿Carla como sabe lo que quiere Eli? Más tarde comencé a pensar, y quizás esa opción era la mejor, después de todo lo que pasó, Carla llevaba sin ver a Elizabeth unas semanas y sé que eso le hacía daño a Eli, aunque nunca me lo dijese. Ella no sabía que yo miraba por su ventana todas las noches, sabía que todas y cada una de las noches, que dormía en la habitación de la residencia McGlaren, lo primero que hacía era poner una bañera de agua caliente. Más tarde metía cada una de sus partes comenzando por sus frías manos tocando los grados del agua, más tarde sus pies hacían tocar aquella bañera tan plácida y relajante, cada vez que veía la silueta de su figura sin ropa a través de la cortina, hacia que algo en mi surgiese como nunca lo había echo. Ella era la única que podía hacer de mi ese chico sensible, solo ella.

Después de salirse de la ducha, venía lo peor... Aparecía en su cuarto, y solo se veía una sombra poniéndose ropa, siempre suponía que era el pijama, que más tarde iba a rozar las sabanas de la cama.

Todas las noches se acostaba, sacaba algo de debajo de la cama y lloraba, con ella en las manos. Siempre lo hacía.  Me dolía tanto. Siempre pensaba "lo haré, mañana le diré lo que siento" pero nunca lo hice hasta el día del accidente...

***
—Eli...Elizabeth...— susurre al unísono del viento. Me sentía demasiado impotente, no sabia que hacer para que no estuviese así. La mejor opción era irme y alejarme de ella, pero no podía.

—No James... Ya has echo suficiente...— Sus ojos se mostraban dolidos, llorosos y muy rojos. Me sentía tan inútil... ¿Como era capaz de hacerla sentir tan mal?

—Escúchame, yo...— Comencé a hablar cuando ella me interrumpió.

—James, se acabo... T... Tu... Clara... — Sabía que había llegado el fin, pero aún así sentía por ella, aunque no lo mostrase tal y como es... Lo intentaba. Me di cuenta. Sus mejillas estaban mojadas por las lágrimas que emanaban de sus ojos... Estaba llorando. No podía verla así, ella era lo único que tenía, era lo único que hacía que me levantase por las mañanas con ganas de vivir por ella... Desde que mis padres se fueron, yo no era nada, hasta que apareció ella con aquella sonrisa tan especial, tan... Ella...

—Dime que no es verdad...— Elizabeth se atrevió de nuevo a hablar... Ella creía que era verdad, pero no lo era... Yo nunca había estado con Clara, nunca había tenido nada con Clara... Ella era solo... Una chica cualquiera, sin embargo, Eli era algo más...

—Yo...— Pronuncié, pero Elizabeth no me escucho. Se dio la vuelta y se fue. No fui capaz de pararla, no fui capaz de decirle lo que sentía por ella. No sabía si la quería, pero sabía que no podía verla así. Definitivamente. No puedo seguir haciéndole daño. Me voy, es lo mejor para ella...

***

Aquel recuerdo me hizo recordar, que debía de marcharme, pero no era capaz de irme sin su aprobación, necesitaba decírselo pero... Aún no era el momento.

Recuerdo que el día del accidente me fui, la deje sola ante la oscuridad de la noche, ante aquellos chicos. Aquellos chicos... Ahora que caigo en ello, no los reconocí y no me voy a quedar de brazos cruzados viendo cómo se salen con la suya.

—Carla, en dos horas estoy aquí—Mostré mi reloj, el cual marcaba las 8 pm. —A las 10 pm estaré aquí ¿Ok?— Ella hizo un gesto con la cabeza de aprobación, sin mirarme a los ojos y sin pensarlo un segundo, me fui. Desaparecí de aquella sala más rápido que nunca.

Pensé en dirigirme a la comisaría, en cambio pensé que sería mejor ir por cuenta propia ya que no sabía quiénes eran, ni tenía ninguna prueba.

Lo único que recordaba:
-  3 chicos
-  con capucha negra
-   1 con el pelo largo

Un momento, quizás... ¡Si tenía el pelo largo podía ser una chica.!
¿Pero como iba a ser una chica, una paliza así...? Quizás ella solo miraba. Alguien que le tenía rencor, tanto como para no parar aquel suceso. Alguien que Elizabeth conocía, alomejor, si pudiese hablar...

***

Esas dos horas las aproveche buscando en su teléfono llamadas, mensajes o quizás en redes, alguien que le insultara. Me di cuenta que había perdido toda la tarde simplemente para encontrar, dos llamadas perdidas de Eleonor, una llamada perdida de Carla antes del suceso, dos de su abuela, y tres llamadas perdidas de Kevin...

¿Quién era Kevin? ¿Que hacia llamándola..? Y lo peor, ¿Porque nunca me había contado nada?

NOTAAAAA: HOLA MIS LECTORES!!! Estos dos dias he estado un poco más liada con los estudios, para poder sacarme de una vez el B2!!! A ver cómo me sale! Simplemente aunque tenga ahora mismo muy pocos lectores, confió en que aumentarán! Este capítulo os lo dedico a las personas que ahora mismo están leyendo "Secretos Olvidados" ojalá os encante este capítulo...

PD: COMENTAD Y VOTADDD SI OS GUSTA!  (¡en el primer capítulo, podéis comentar y ayudarme a conseguir un seudónimo!)