Alguien llama a mi puerta y me levanto del sofá para ir a abrirla, tras atravesar el pasillo, miro por la mirilla y un hombre al que no había visto nunca espera delante de mi casa. Decido no abrir y no hacer ruido, así que cuidadosamente voy al salón y apago la televisión. Cojo el móvil y tras ponerle los cascos, me pongo a escuchar música, pero el timbre vuelve a sonar, esta vez ni siquiera me levanto, prefiero dar a entender que no hay nadie en casa.
Creo que el hombre de la puerta ya se ha ido, han pasado unos cinco minutos y el timbre no ha vuelto a sonar, así que me levanto y voy a la puerta, no cuesta nada asegurarse. Acerco mi ojo a la mirilla, efectivamente, se ha ido, pero ahora parte de mi jardín está incendiado. ¿Qué está pasando?
Voy corriendo a la cocina a por el teléfono y marco el 112 pido ayuda y tras dar mi dirección y algunas indicaciones más, salgo corriendo por la puerta de atrás.
Rodeo toda la casa y llamo al timbre de mis vecino, iria a coger mi manguera, pero está en el jardín y como que no.
-¿Teneis una manguera? ¡Se está incendiando mi casa!
La mujer que me ha abierto la puerta se asoma un poco para ver las llamas de mi jardín y entra en su casa a por lo que le he pedido Gracias a Dios
Tras unos minutos que se me hacen eternos, sale con una manguera verde de goma en la mano.
-No tiene mucha potencia, no sé si vas a poder apagarlo todo. Cuando estés, pega un grito y yo te abro la llave del agua
-De acuerdo.- Camino con la manguera en mano hasta mi jarín y cuando estoy lo suficiente cerca grito, el agua no tarda mucho en salir por la boquilla y yo consigo apagar parte de fuego justo cuando una sirena de bomberos se escucha de lejos.
-Le hemos dicho que no toque nada.- Dice un hombre bajándose del camión
-Lo siento, no podía quedarme de brazos cruzados viendo como se incendia mi casa
-¿Estás bien?¿Qué ha pasado?- conteata él.
-Si. No lo sé, me he asomado un momento y esto ya estaba hardiendo...
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simple
Random-No te acerques, como te acerques te juro que te mato.- Sujeto la pistola con las manos y señalo a su cabeza, el hombre moreno de unos cuarenta años se queda inmóvil, sus manos están levantadas y me mira fijamente, su pulso tiembla, es algo que se p...