[Capítulo 3]

550 50 40
                                    

Los días fueron pasando, y las heridas del vastaya fueron curando, pero aun no podía hacer esfuerzos o levantarse de la cama, ya que aun había peligro de que se volvieran a abrir. Rakan se ponía nervioso estando todo el día tumbado, ya que no podía salir de la cama por lo antes nombrado.

—Buenos días Rakan —dijo Soraka entrando en la habitación del joven.

—Hola Soraka —saludo con una leve sonrisa en sus labios.

Soraka se sentó en la silla que había colocada al lado de la cama de Rakan.

—Que tal estas hoy? —le pregunto apoyando sus hombros sobres sus piernas.

—Mejor que ayer, supongo. Ya no me duele tanto el hombro —dijo el Vastaya mirando a la pared blanca que tenia delante de él.

—Eso es bueno. Dime, aparte de esto, estas bien?

Rakan no dijo nada durante unos segundos, solo mantuvo la vista fija en la pared. Hasta que habló.

—Estoy preocupado... Y si... Y si atraparon a Xayah? —dijo mientras giraba su cabeza y miraba a Soraka.

—Debes tener fé en que estará bien —le dijo con una sonrisa—. Cuándo estes recuperado, iremos a buscarla, los tres.

Rakan asintió ante las palabras de Soraka.

—Y dime, que tal lo llevas con Nasus?

—Bueno, me trae la comida y en la cena se queda conmigo hasta que termino. Aveces hablamos, aveces no, pero siempre espera a que termine —dijo el vastaya mirando a Soraka.

—Es... Un lindo detalle de su parte, teniendo en cuenta que es un, como decirlo... Un amargado —dijo Soraka haciendo una imitación de la cara que Nasus tenia siempre.

—Yo no soy un amargado —dijo Nasus entrando con la puerta. Tenia la misma expresión que siempre, serio.

Rakan se llevo una mano a la boca intentando ocultar su risa, mientras, Soraka reía levantándose de la silla.

—Perdona perdona, pensé que reír le haria sentir mejor —dijo soraka señalando a Rakan, quien estaba riendo por lo bajo.

—Y me tenéis que usar a mi para vuestros chistes? —respondio el mayor, cruzándose de brazos mirando a Soraka.

Soraka soltó una risa y coloco sus dedos en las comisuras de los labios de Nasus.

—Podrias sonreír de vez en cuendo —dijo mientras hacia a Nasus Sonreí.

Nasus aparto las manos de Soraka y siguió con su típica expresión sería. Soraka rodó los ojos, dando a Nasus como caso perdido, y volvió a mirar a Rakan.

—Tus heridas están casi curadas, en un par de días estarás recuperado del todo.

Rakan sonrio, por fin iba a poder ir a buscar a su amiga.

—Y, como te había dicho, te ayudaremos a buscar a tu amiga —dijo Soraka con una sonrisa.

—Gracias, de verdad os lo agradezco.

—Bien, descansa, mañana vendré otra vez —diji Soraka para finalmente irse.

Nasus y Rakan se quedaron solos. Rakan miraba a Nasus, quien estaba de brazos cruzados mirando a la pared.

—Por que eres tan serio?

—Acaso te importa?

Esa contestación no le gusta a Rakan, así que intento ignorarle, pero incapaz de hacerlo.

—Acercate un momento y agachate.

Confuso, Nasus hizo lo que Rakan le había pedido. Cuando Nasus estuvo finalmente agachado, el vastaya comenzó a acariciar sus orejas, provocado un sonrojo en el mayor.

—Q-Que haces? —tartamudeo Nasus intentando ocultar el gusto que sentía.

—Son suaves, que champú usas para tu pelaje? —pregunto Rakan aun acariciando las orejas de Nasus.

—Uno... Especial para perros.

Nasus se puso muy rojo al decir eso, se aparto de Rakan y le miro. Rakan le sonreía amable.

Opuestos >>Rakan x Nasus<<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora