Opuestos >>Rakan x Nasus<<

[Capítulo 4]

—Bien, ahora con cuidado, no queremos que las heridas se vuelvan a abrir.

Rakan ya estaba recuperado, pero aun así debía ir con cuidado. Lentamente se fue levantando de la cama.

—Bien, bien —dijo Soraka examinando el cuerpo de Rakan—. Bien, ya estas recuperado, pero aun así ten cuidado.

—Vale, por cierto —dijo mirando a Rakan—. ¿Me dejas ropa?

Rakan, estaba solo en boxers ya que su traje estaba roto debido al ataque que había sufrido días atrás.

—Cla-Claro —afirmo el Vastaya un poco sonrojado mientras le daba su ropa a Soraka, la cual se encontraba en una pequeña mesa al lado de la cama.

—Espera aquí, no tardare mucho.

Soraka se fue de la habitación, dejando solos a Rakan y Nasus.

—Deberias taparte —dijo Nasus de brazos cruzados mientras miraba por la ventana.

Con un gran sonrojo, Rakan se metió nuevamente en la cama y se tapo todo el cuerpo. Por su lado, Nasus seguía mirando por la ventana; el sol había llegado a su máxima altura.

—¿Por qué eres tan serio? —pregunto el vastaya de improviso.

—¿Te importa acaso?

—Sí.

Nasus le miro serio, lo que intimido un poco a Rakan.

—Si no quieres decírmelo no pasa nada...

—Hace años, mi hermano fue consumido por la oscuridad, sacando sus demonios a flote. Actualmente me intenta matar siempre que me ve.

Rakan miro con una expresión de tristeza a Nasus, se levanto de la cama y le dio un abrazo por la espalda.

—No quiero que sientas pena por mi, estoy bien —dijo Nasus seco, separando a Rakan de él.

Rakan se quedó en silencio mientras Nasus seguia mirando por la ventana. El vastaya volvió a la cama y se tumbo mirando hacia la pared.

—Ya estoy aqui —dijo Soraka entrando en la habitación y acercandose a la cama donde descansaba Rakan.

La chica dejo la ropa arreglada de Rakan en la mesita que había al lado de la cama para acercase a Nasus y susurrarle algo al oído.

—¿Segura?

—Si.

Ambos miraron al vastaya, que se había empezado a vestir.

—¿Ocurre algo?

—Creemos que tu amiga esta presa aqui, en la ciudad.

Oír aquella palabra contrajo el corazón de Rakan, "presa", lo que habían intentando evitar durante tanto tiempo.

—¡T-Tenemos que rescatarla! —exclamo alterado mientras de colocaba de pie.

—No se si tendremos suficiente oro como para sacarla —murmuro Soraka apenada.

—Por favor...

Los ojos del vastaya se humedecieron, sacando lagrimas a los pocos segundos. Su mejor amiga estaba en la cárcel y podría ser ejecutada en cualquier momento.

—Esta bien, tranquilo —dijo Nasus colocando su mano sobre el hombro de Rakan—. La sacaremos de allí.

Rakan, solo le abrazo, rompiendo en llanto en el pecho de Nasus, quien no sabia que hacer ante aquella, para el, incomoda situacion. Pero termino abrazándole de vuelta.

El abrazo duro unos segundos, casi minutos, pero finalmente, Rakan se calmo y soltó a Nasus, quien tenía un leve color carmesí en sus mejillas.

—¿Cuanto oro cuesta sacarla? —pregunto el Vastaya a Soraka mientras secaba sus lágrimas.

—Bastante, unos 3.500 creo recordar. Yo no tengo tanto actualmente.

—Yo tengo 1.000, he intentando ahorrar de lo que me dan en los festivales.

Ambos miraron a Nasus, quien se puso nervioso al tener la mirada de los dos Vastayas sobre él.

—Creo que yo tengo el resto —dijo desviando la mirada con los brazos cruzados.

Los ojos de Rakan se iluminaron ante la amabilidad del chacal, y, por impulso, le abrazo.

—Muchas gracias...

Nasus salio de la habitación, rechazando el abrazo que el Vastaya le iba a dar. A los pocos minutos, volvió con una bolsa de oro.

—Aqui hay 2.500 de oro —dijo, dándole el dinero al Vastaya.

—Creo que yo tengo el resto, así que podemos ir a sacar a tu amiga —dijo Soraka con una amplia sonrisa en sus labios—. Pero... Tu no puedes ir, Rakan, a ti también te buscan.

—Iremos tu y yo —dijo Nasus—. Y él que nos espere aqui.

—Pero yo-

—¿Acaso quieres acabar encerrado junto con tu amiga?

—N-No...

—Pues no se hable mas, en breves nos iremos a la prisión a sacarla de allí, mientras, te quedaras aqui, descansando.

Rakan asintió ante las ordenes dadas por Nasus, quería ver a Xayah cuando la sacaran de la prisión, pero Nasus tenía razón, le meterían a él también si le vieran allí.