Semana 6. Día 3. (Especial)

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El ajetreo se hacía presente en el ambiente; las personas no paraban de salir y entrar a su aire, sin darse cuenta de que había gente ocupada. Esto molestaba un poco a Jungkook, pues su concentración decaía cada vez que alguien pasaba a su lado corriendo. De alguna manera, los entendía ya que sabía que las vidas de los universitarios no eran especialmente relajadas, pero su nivel de comprensión era el mismo que la molestia que sentía al escuchar los pasos rigurosos.

Mientras que esas corridas continuaban, el castaño sintió sonar su teléfono. El ambiente poco relajado hizo que lo cogiera y descolgara automáticamente sin ver quién era el atrevido a seguir perturbando su sesión de estudio.

-¿Diga? -respondió rápidamente, pensando que sería algún familiar.

Sin embargo, nadie respondía al otro lado de la línea. ¿Una broma? Lo parecía, pero colgar el teléfono le iba a hacer perder 3 segundos más, así que decidió repetir otra vez lo mismo. Quizás se habían equivocado, o había interferencias.

-¿Quién es? -se atrevió a preguntar cuando nadie le respondió, de nuevo.

Se estaba hartando de eso, aunque tampoco le daba mucha importancia. Separó el teléfono de su oreja para colgar directamente, pero antes de levantar el dedo miró el nombre de la persona que le había llamado.

"TaeTae"

"¿Qué?" fue lo primero que pensó. ¿Realmente le estaba llamando Taehyung? ¿Su Taehyung? Algo imposible de creer para el chico, que se había quedado en estado de shock, pero al menos eso decía la pantalla. Pasaron unos segundos hasta que se dio cuenta de que estaba solo mirando su teléfono como un tonto. Con rapidez colocó de nuevo el móvil en su oreja.

-¿Taehyung? ¿Eres tú? -dijo rápidamente, pero lo único que pudo escuchar a través de la línea fue una risa un poco contenida-. No sé si eres tú, ¡pero no te rías! ¡Contéstame!

-¿Quién querías que fuese? -su voz sonó rasposa, como si no hubiera hablado en unas horas, pero a la vez se distinguía perfectamente que se había estado riendo del menor mientras tanto.

Para este entonces, a Jungkook le pareció una voz profunda, pero a la vez muy bonita para solo haber dicho cuatro palabras. Lo que le resultaba más extraño era que ya había oído esa voz una vez, cuando Taehyung fue tan amable de explicarle matemáticas, pero tenía una sensación diferente. No sabía si esa sensación estaba en la voz del otro chico o en su corazón.

-Te has quedado mudo, Jungkook; ten cuidado de no tener la boca abierta, que se te puede meter una mosca.

-Estaba estudiando, y-yo no me esperaba esto... -el volumen de su voz fue decreciendo, pues se había quedado exactamente sin palabras. Su cabeza estaba llena de preguntas, por lo que dejó sin darse cuenta el bolígrafo que tenía en su otra mano sobre la mesa.

-Oh, ¿es un mal momento? ¿Quieres que te llame luego?

-¡No, no! -se movió un poco en el sitio, acomodándose-. Quiero decir, ¿por qué has llamado?

La gente que había cerca suya también molestados por el ajetreo le miraron porque había subido un poco su volumen de voz, sin poder controlarlo por la sorpresa. Les dirigió una mirada de perdón antes de recoger rápidamente sus cosas sin pretender hacer mucho ruido y salió de la sala medio corriendo por la emoción.

-Pensé que podría ser una buena sorpresa, y no me equivoco. ¡Punto para Taehyung!

-¿Qué, en serio?

-Realmente no -Jungkook pudo escuchar cómo tragaba saliva antes de continuar-. Quería hablar contigo. No me malentiendas, podría mandarte un mensaje y eso, pero quería que fuera diferente. -hablaba rápido pero a la vez de una manera armoniosa, fascinando a Jungkook-. No cuela, ¿no?

We Are Numbers ❧ TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora