We Are Numbers ❧ Taekook

Semana 6. Encuentro (Parte 2)

El apartamento del menor era mejor de lo que Taehyung había esperado; todo estaba muy organizado y para ser sinceros, era hasta bonito. Jungkook insistió en que las dos mascotas se quedaran en su casa ese día; al fin y al cabo, era espaciosa y donde caben dos caben tres.

Lo más incómodo fue la parte de la ducha para Taehyung; aquella carrera que se habían dado para buscar a sus perros estaba totalmente fuera de sus planes, pero tampoco pretendía ir sudado a un restaurante.

– ¿Estás seguro de que no pasa nada porque me duche? No sé, tal vez es un poco raro. Ya sabes, utilizar la ropa interior de otra persona no es muy común —conforme seguía hablando, bajaba el tono de voz debido a la vergüenza.

– ¿Quién te ha dicho que vas a utilizar mi ropa interior?

Taehyung se puso rojo como un tomate, bajando la vista sin saber qué decir; mientras tanto el menor se moría literalmente de risa, pero el otro chico no se daba cuenta.

– P-pues supongo que me he equivocado, ¿no? Quiero decir, mmh, me-mejor me ducho en mi hotel y luego nos vamos...

Pero Jungkook le había arrojado unos calzoncillos a las manos antes de que siguiera hablando. "Para haber tenido él más relaciones parece que es el más tímido" , pensó. Le explicó que simplemente se duchara y que no pasaba nada, que no era algo del otro mundo, mientras le metía a patadas en el baño. Taehyung se había quedado definitivamente bastante confundido.

Lo peor llegó cuando Jungkook se dio cuenta de que todas las toallas estaban en su cuarto, y Taehyung no tendría nada para secarse. Entró rápidamente avisando de que llevaba un par de toallas, pero debido al agua Taehyung no podía escuchar nada. Jungkook agradeció que no hubiese acabado la ducha, pero se lamentó cuando levantó la vista tras haber dejado las toallas y pudo ver la silueta del cuerpo del mayor tras la cortina.

Tal vez la imagen fue un poco extraña o nueva para él, ya que se quedó mirando el tiempo justo para que cuando Taehyung salió de la ducha, él ya hubiera cerrado la puerta tras él en su habitación. Simplemente, wow. Nunca pensó que un cuerpo dejara ver tantas cosas solo contorneado.

Obviamente, no avisó al otro chico de lo que había visto. Sabía que le mataría antes de que pudiese decir nada. Tras salir el otro, se duchó rápidamente haciendo el menor contacto con Taehyung para evitar posibles sorpresas nuevas, aunque tampoco es que hubiera sido tan malo como para no repetirlo.

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Una vez en un restaurante cualquiera (pues Jungkook no solía salir), Taehyung se sentía un poco fuera de lugar. No tenía otra ropa que la del parque, y no se la iba a pedir al menor; demasiado perturbador y extraño en el primer día. Mientras tanto, el otro joven llevaba alegremente ropa que parecía estrenada para la situación, y desprendía colonia que se podía oler al menos a noventa metros de distancia.

Claro, todos estos pensamientos se fueron de su cabeza cuando llegó la comida; nadie se resiste a la comida. El punto malo eran los modales.

– Taehyung —llamó el menor mientras intentaba apartar algunas cosas que él pensaba que no eran comestibles.

– ¿Mmh? —respondió levantando la cabeza.

– ¿A ti te gusta todo esto? —le preguntó con cuidado mientras comenzaba a comer, mirando fijamente a Taehyung.

– Claro que sí, ¿a quién no le gustaría? Me has hecho una mini guía de las cosas más bonitas de aquí, me has prestado unos calzoncillos y ahora estamos aquí. Comiendo algo que nunca había visto en mi vida pero que tiene buena pinta. Definitivamente, me gusta.