La vida es tan compleja. Y tan fácil, tan corta. Cómo se pueden reducir todos los momentos, las situaciones a una sola palabra, cuatro letras. «vida». Yo no podría, yo resumiría en capítulos como lo es un libro. Yo volaría a través de distintas letras y amanecería en diferentes palabras cada día. Ya que cada día es un mundo, un distinto sentimiento al mañana. Yo sería el recuerdo del segundo anterior y olvidaría todo lo demás, volvería a empezar. Seguiría caminando, lloraría lo demás, pero seguiría. Nacería libre, sin la "vida" planificada. Sin presas ni cárceles, sería libre sin pesar de la madurez, que está iría creciendo con los errores, con las caídas. Sería libre y creemé que volaría. Surcaría mares y océanos. Y después reiría rebosante en la arena de la playa, y en la hierba del jardín. Correría sin importar a quién dejo atrás, sin llorar para después recoger mis lágrimas. Sería un pájaro y de vez en cuando me posaría sobre la rama de un árbol y escribiría cada momento en mi cuerpo. La vida no es más que una palabra incapaz de resumirlo todo. Siento que el peso nos impide ser libres y quiero deshacerme de el, tirarlo a una página en blanco y dejar que ella se lo lleve. Y que a continuación las llamas la abrazarían hasta convertirla en polvo.
