Prologo.

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Extrañezas y Hazañas.

Summary: ¿Quién diría que un simple y sencillo anillo, podría ocasionarle tantos problemas?

Disclaimer: Death note no me pertenece. Es de sus Autores originales.

Prologo:

-"¡Qué problemático¡" - chilló internamente mientras caminaba entre las amplias calles de la ciudad de New york.

Definitivo y comprobado, ese no era su día, todo había salido mal... aunque mal se quedaba muy corto, mejor sería decir que todo salió como una gran mierda. ¡Sí! Esa era la palabra, todo había resultado una increíble mierda.

Giró su cabeza hacia una de las grandes vidrieras de un local cercano. Este le regresó el reflejo igual que un espejo, se vio a sí misma en su deplorable estado.

Tenía el cabello castaño ondulado y enmarañado, sus ojos azules de forma un poco achinada mostraban cansancio y molestia, su rostro delicado y su piel parecían más blancos de lo normal, su nariz pequeña y delicada se veía rojiza por el reciente llanto, respiraba agitadamente a través de sus labios entre abiertos y su ropa se encontraba desarreglada. Además de que tenía una de las mangas de su suéter rota.

Suspiró pesadamente, y siguió caminando al notar como una anciana con una niña agarrada de la mano, la miraba de manera claramente interrogativa.

-"Tranquila señora, que no me intentaron violar" - pensó para sí misma, con un terrible mal humor.

Vio a unos metros una cafetería concurrida, y sin pensarlo dos veces camino hasta allí. Entró, y sacando un dólar de su bolsillo, compró una tarjeta telefónica, para inmediatamente después, dirigirse al teléfono público más cercano.

Estando ya en la cabina telefónica, marcó el número de sus amigos, y mientras esperaba a ver cuál de todos le atendía, rememoró para su mal genio todo lo acontecido en el día.

Desde la mañana, algo le decía que su día andaría mal, pero buscaba decirse a sí misma que siendo su cumpleaños, todo debería salir bien.

¡Oh, Cuán equivocada estaba!

Cuando salió de su departamento, con su suéter negro recién adquirido, su nuevo favorito, que en el pecho decía "Death Note", se sintió la chica más sexy del universo; aunado a su pantalón Jean con rotos en el muslo, sus botas de leve plataforma con picos de metal plateado, y su chaleco corto blanco, hacía que por donde pasará, algunos chicos la mirarán. ¿A qué chica no le agrada que al menos uno de esos perros se de la vuelta a verle? A ella si le gustaba...

Y más aún si son chicos lindos.

Así que con toda su coquetería por ser su cumpleaños, se fue a su punto de destino, agarrando el tren bala para encontrarse con sus amigos... lo que no pensó es que en el camino, su mal presentimiento se cumpliría.

En el tren, estaba tranquila y relajada, no llevaba cartera, solo su teléfono y un mini-monedero en el bolsillo, donde llevaba su dinero, a buen recaudo. Cuando se abrieron las puertas del Metro, y fue a salir, sintió una mano en el trasero y luego como le jalaban el celular.

No hizo más que pegar el grito, mirar sobre el hombro y ver a un chico desgarbado con capucha que la empujó con toda la fuerza de su cuerpo hacia fuera del vagón del metro, jalando el teléfono y a ella misma, echando a correr y haciéndola caer a ella en el proceso en una vuelta canela de frente.

Extrañezas y hazañasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora