Capítulo 37

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Últimos capítulos.


-¿Cómo están tus padres, pequeña?

Me pregunta la señora Muller, en un tono más bajo para no detener la conversación entre Ben, Ivanna, y Ross. Tomo un poco de agua, y hago una mueca al sentirla tan helada.

-Están bien, supongo que ahora estarán en cualquier parte de Europa- murmuro mirando el plato de asado- Hace mucho que no me comunico con ellos.

-Deberías hacerlo, seguramente ellos te extrañan muchísimo.

Río sin tener gracia alguna.

-Si ellos tuvieran algún aprecio por mí, nunca se hubiesen ido.

-No digas eso- me dice al instante, una de sus manos se pone encima de la mía- ¿Sabes? he cometido muchísimos errores en mi vida que probablemente ya no puedo arreglar, pero no me arrepiento en ningún momento de haber tenido a Ivanna- suspira- Y si tuviera una oportunidad de trabajo así como la tienen tus padres, la aceptaría, para darle todo lo que no pude tener a Ivanna, tu ya eres una adolescente, estoy segura que ellos saben que tu tienes en mente cuanto te quieren y cuanto significas para ello.

Asiento sin emitir ni una sola palabra, levanto mi cabeza y la observo a los ojos.

Por más que ya pasó un tiempo, aún me cuesta creer que Ivanna no sea hija de Ross, pero sin embargo, la crió como si lo fuera. Por primera vez en todo este tiempo, logro ponerme en el lugar de Muller.

Tal vez no fue correcto hacer padre a Ross de un momento a otro, pero ella no tuvo la culpa. Los padres de Ross lo obligaron. No ella. 

A veces las personas hacemos cosas sin pensar si están bien o están mal, simplemente, nos dejamos llevar por el momento, pero de la noche a la mañana, toda aquella diversión se desmorona y por fin nos damos cuenta que todo lo que hemos estado haciendo esta mal.

¿Quién no ha sentido aquel sentimiento alguna vez en su vida? 

-Todo esto me parece una exageración- me susurra Ben al oído haciéndome reir mientras Ross y Muller comienzan a hablar con Ivanna- ¿No que nos tenía que decir algo? ¿por qué no abre la boca de una vez? 

-No es tan fácil como crees, Ben.

-Encima tu ya lo sabes- vuelvo a reír- ¿Podrías decírmelo de una vez? y por cierto, ¿quieres venir a mi casa después de todo esto? compré dos botellas más del vino que me mandó a comprar Ivanna, pero como sabía que no nos dejarían tomar ni una gota, las guardé en mi casa.

Ladeo la cabeza.

Observo a Ross, quien mira a Ivanna con algo de atención. Me pregunto si le estaría contando todo ahora mismo... o quizá...

-¿Qué opinas? 

-Estaría bien, ¿qué harás con Alisa? 

-Realmente no tengo ni la menor idea, ¿en donde se habrá metido esa niña?- pregunta jugando con el vaso de vidrio lleno de agua- Pero no estaré con ella, ni tampoco quiero verla más, pero, ¿sabes que me molesta? no poder demostrarle todo el amor que tengo a otras chicas debido a Alisa.

Entrecierro los ojos.

-Alisa no está en Los Ángeles- me relamo los labios- Viajó con sus padres a Texas, supongo que no te lo quiso decir porque... ella te quiere mucho y no quería hacerte daño.

-No puedo creer que tu estés diciendo esto- murmura- Vamos, _____, ella estuvo engañándome con un maestro durante un largo tiempo, ¿como puedes decir que me quiere y que no quería hacerme daño?

-Ben, escúchame- me acomodo en la silla- Las personas cometemos errores, ¿si? nadie esta libre de eso- observo a Ross- Muchas personas cometen errores y no vuelven a caer en los mismo, pero hay otras, que... por más que lo intenten, no pueden dejar de tropezarse con la misma piedra.

-Eso es estúpido.

-Claro que no lo es.

-De pende de la fuerza de voluntad que le pongas.

-Exacto- la mirada de Ross se cruza con la mía- Pero quizá en el caso de Alisa... no sólo tenía sexo con Lerman por calificaciones, tal vez... llego a quererlo de verdad.

-Él podría ir a la cárcel si alguien más se entera que esta teniendo una aventura con una chica mucho menor a él.

-Y eso es lo que más me aterra.

-¿Qué? 

-Supongo que... Alisa tendrá miedo de ello, ¿no? 

Desvió mi mirada de la de Ross para poder mirar a Ben, quien tiene el ceño fruncido, pero a pesar de ello, asiente.

Todos hacemos silencio cuando Ivanna toma la palabra de un momento a otro.

Mi corazón comienza a acelerarse.

Madre mía...

-Hay algo que quiero decirles- inicia, tiene la voz nerviosa y entrecortada- Quiero que sepan, primeramente, que ustedes son personas muy importantes para mí, y espero que me apoyen en esto- sonrio, pero quito mi sonrisa al ver la expresión de Ross- Exactamente hace un mes...- se detiene, y espera unos buenos segundos para poder volver a tomar la palabra- Me enteré que estaba embarazada.

Y en ese mismo instante, se puede sentir una terrible tensión en el ambiente.

Muller aprieta los ojos con fuerza.

Y Ross se queda allí, perplejo.

Su expresión es seria, pero su mirada, dicen el enojo que siente en ese mismo instante. Suspiro, me limito a mirar a Ivanna, que libera lágrimas después de tantos días.

-Yo... yo... no saben cuanto lo lamento...

-¿Y crees que lamentándolo vas a arreglar las cosas?- su tono de voz es demasiado brusco- ¿¡Quién es el jodido imbécil que te dejó así!? ¡Maldita sea, Ivanna! ¿¡Cuantas veces hemos hablando de eso!? ¿¡Eres estúpida o que mierda tienes en la cabeza!? ¿¡No sabes cuidarte!? ¡Tener un hijo no es cualquier cosa, maldición!- golpea la mesa con fuerza- ¡Sabía que no debía de dejarte sola, sabía que tenía que seguir cuidándote como una maldita niña de kinder! Traté de confiar en ti... y lo primero que haces es... abrirte de piernas con el primer idiota con el que te cruzas y quedar embarazada... eres una completa...

-Cálmate Ross.

Le grita Muller.

Ivanna no tarda en subir los escalones e irse corriendo hacia su habitación. Suspiro, y observo a Muller y a Ross discutir con palabras muy fuertes dirigiéndose a la cocina.

Cierro los ojos y me levanto de la mesa, no tardo en dirigirme hacia la habitación de Ivanna al lado de Ben.

Mala hierba | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora