Florería Dragneel -Fairy Tail

< Gitanilla >

“ Tristeza.”

🌱

     Ya era sábado, el cumpleaños de Lucy estaba  en su mejor día. Nadie le había dicho nada a la rubia, ninguna felicitación y esta no sospechaba nada.

     Mirajane había enviado a Rogue y Rufus a investigar sobre el paradero más solo se sabía que estaba con sus dos mejores amigos, eso era perfecto ya que así los tres llegarían a la casa de Jellal para la fiesta sorpresa cuando les llegara una llamada por parte de las anfitrionas.

     Natsu habia llevado algunas flores para decoración, por ello las chicas quedaron encantadas con el detalle. Él estaba mirando como todos seguían las ordenes de Erza y Mirajane sin protestar, él tenia que hacer algunos arreglos así que lo tenían frente a una mesa con ese trabajo.

    Una chica albina se le acerco curiosa, ella estaba curiosa de él ya hace algo de tiempo luego de su reciente pero no tan notorio encuentro.

     — Disculpa— dijo Yukino.

     Quería llamar la atención del chico.

     Natsu solo giro un poco su cuello para tratar de lograr ver quien le hablaba.

     — De casualidad te llamas Natsu, Natsu Dragneel para que seamos precisos— dijo Yukino ahora.

     Él asintió en aprobación.

     — Wo~— exclamo. — Natsu, tu si no has cambiado nada.

     Volvió a decir dejando extrañado al chico.

     ~* ¿Es qué ya no recuerdas a tu buena amiga*~ Hablo. En lenguaje de señas.

     Natsu se sorprendió, era ella su primera y única amiga de la infancia. Ello le sorprendió a más no poder, quien diría que la Yukino que él conocía estaba frente a él y no la reconocía.

     ~* ¡Tienes tu cabello blanco*~ señaló Natsu.

     — Lo sé, lo sé...

     ~* ¡Tan pronto te salieron canas!*~ señalo aún sorprendido Natsu.

     Yukino solo rió, el pequeño peli-rosa— infantil e inocente— que antes conocía no había desaparecido, seguía siendo el mismo.

     — Lo descolore, no estoy vieja Natsu— contestó Yukino con un pequeño puchero.

     ~* ... Perdón *~ señalo Natsu apenado.

     — No importa. — dijo Yukino.

     La albina paso sus manos por los hombros del chico frente a ella, las arrastro por los brazos de éste hasta llegar a sus manos y tomarlas, finalmente mirándolo fijantente mientras las sostenía.

     — Me alegra volver a verte, Natsu— dijo Yukino.

     Luego de eso le dedicó una sonrisa y le ayudo con los arreglos que quedaban por hacer.

     Natsu se reencontró con su querida amiga, la cual no tenia tantas intenciones de seguir siendo... una amiga.

(...)