Al llegar la mañana, Camila abrió sus ojos lentamente al sentir los rayos del sol en su rostro y se sentó en la cama mientras que se estiraba. Con delicadeza se levantó, encaminándose hasta el baño para tomar una larga ducha. Sus pensamientos volvieron al tema de ayer, pero decidió ignorarlos por ahora. Era muy temprano para confundirse. Tomó su toalla y salió del baño para luego ir hacia su armario. Observó la ropa que tenía, eligiendo un vestido negro, acompañado de una cinta del mismo color en su cabello. Bajó a la cocina y se preparó un cappucchino de vainilla. Hoy tendría que visitar a sus padres. El tiempo había pasado rápido desde su última visita. Suspiro y cerró los ojos, ignorando el nudo que comenzaba a formarse en su garganta.
Salió de la casa dejando esta cerrada y se encaminó hacia la parada de autobús con ayuda de sus muletas. Cuando iba llegando allí, se sintió observada de alguna manera, por lo que miró alrededor. Un suspiro salió de sus labios al ver que no había alguien cerca, o al menos, eso creía Camila. Unos diez minutos más tarde, pasó el primer autobús con destino al cementerio, por lo que Camila subió a este. Durante todo el camino, la castaña miró hacia el paisaje, o mejor dicho, estaba reviviendo algunos viejos recuerdos de sus padres. "Un idiota, un imbécil que estaba tan borracho les provocó la muerte. Ellos no merecían eso, eran unas personas muy buenas..." Pensaba Camila, sin darse cuenta que una lágrima se escapó de su ojo derecho.
Flashback
Era el aniversario vigésimo-quinto de los Cabello y esa noche irían a cenar a un restaurante. Camila había organizado la celebración, negándose a ir con ellos, ya que era una ocasión especial, y además, ella estaba lo suficientemente grande como para cuidar la casa y también a Sofi sola.
Ellos, orgullosos por la madurez de su hija, partieron a su cena dándole las gracias a Camila. Ella había pedido una reservación en uno de los restaurantes más conocidos en Miami, por lo que no había sido fácil pagarla, pero Camila había estado ahorrando mucho tiempo para ese día, así que no fue un problema para ella.
Cuando llegaron al restaurante, se sorprendieron un poco ante la elección que había hecho Camila, y Sinu no pudo evitar soltar algunas lágrimas. En la terraza del restaurante, había una mesa sólo para ellos bajo la luz de la luna y la luminosidad de las estrellas, un ambiente romántico y apropiado, según Camila. Un camarero llegó para tomar su orden, avisándoles que no tenían que preocuparse por pagar, ya que una joven se había encargado de ella. Y así transcurrió la cena entre Sinu y Alejandro...
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Ángel Guardián (Camren)
FanfictionDesde hace siglos los ángeles protegen la vida de los mortales, por lo menos así es hasta cuando les llega el momento. El destino tenía preparado algo para ella, pues cada ángel tiene a alguien que cuidar. Un montón de problemas con los que tendría...