Prologo

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-Podemos hablar- Pidió con levedad casi en un imperceptible susurro la joven de ojos apagados con la mirada baja.  

-¿Después de todo lo que ocurrió aún deseas hablar?- Le preguntó en respuesta en un tono arrogante el joven de gorra frente a ella. 

-Sí...- Contestó insegura la contraria sin levantar su mirada. 

-Oye, lo pasado es pasado. Ya olvídalo Mary. Nosotros por nuestro lado estamos mucho mejor- Decía en un tono frío aquel chico, como si realmente no le importase lo que pasara a partir de ahí con la joven. Y con una mano puesta entre la cabellera de la chica, la acarició delicadamente por última vez. -Hasta aquí llegamos. Cuídate y espero estés bien- El chico retiró su mano con delicadeza mientras pronunciaba sin sentimiento alguno aquellas dolorosas palabras que se clavaban una por una en el débil corazón de la joven. 

Tras darle la espalda siguió hacia adelante con su camino, mientras aquélla levantaba rendida su mirada cristalizada, dejando escapar sin remedio las lágrimas que se desbordaron como mares por aquellos entristecidos ojos. Cayó destrozada sobre sus piernas, mirando adolorida al amor de su vida irse sin más. Colocó una mano en su pecho, sintiendo el vacío que había en dicho lugar, como si aquél le hubiera arrancado una parte de sí y se la hubiese llevado con él sin darse cuenta de ello. 

Tras perderle de vista y sintiendo tal calvario, se levantó dificultosa y partió corriendo en dirección a su casa, intentando detener las lágrimas. 

Ése momento no fue más que el comienzo de su nublado verano, en el que nada le salía bien, convirtiéndose en el peor de sus veranos. 

Querido Diario:

Si pudiese devolver el tiempo, lo haría, con tal de poderme evitar haber caído tontamente enamorada para luego sufrir de esta manera.

Lo peor de todo es pensar en que no debería ser yo quién esté así, sin embargo la vida no siempre es justa.

Enamórate de mí - Miraculous Ladybug - Adrinette.Where stories live. Discover now