Dulces recuerdos... amargos presentes

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CAPITULO IV

Fix You.  

Dulces recuerdos, amargos presentes.

Al otro día mis padres dijeron que tenían que viajar, tenían negocios en la ciudad de Icheon, me despedí de ellos, y me fui a la universidad. La rutina era la misma, la mañana fue aburrida, había terminado dos clases, y cuando me dirigía a la tercera, me encontré con una gran sorpresa.

— ¿Dániel? — no podía creerlo, ¿acaso estaba loca?

— ¡(Tn)! — Corrí a él y lo abrasé, mi mejor amigo estaba ahí, no sé cómo, pero estaba ahí — por fin te encontré.

— ¿Cómo llegaste? — Estaba absorta — ¿Cómo supiste que estaba aquí? —

— todos saben que estas aquí, Minah nos conto todo — dijo con su hermosa sonrisa de siempre. — te extrañe mucho, y quise verte — sonreí al escuchar aquello.

— Gracias por venir  — dije suave.

— oye, tenemos una fiesta esta noche, ¿te animas? —

— ¿Qué? — Dije riendo — ¿Cómo es que conoces tan rápido personas por aquí? —

— Tú sabes… — me guiño en ojo. — ¿te unes? —

— Claro — dije animada.

— ve a clases, te espero para que nos vayamos juntos. —

— claro que si —

Dániel, era el chico con quien soñaba, era alto, de tez blanca, su sonrisa era de esas que hacía que me sintiera cómoda, sus cabellos dorados y ondulados caían por su frente remarcando sus grandes ojos del mismo color que sus cabellos. Siempre vestía de negro con un estilo único y despreocupado.

Espere ansiosa que acaba la hora, la última clase del día, al escuchar el timbre tome mis cosas y salí apresurada del salón, baje las escaleras y me dirigí al segundo patio de la universidad, este lugar era algo tropical, húmedo y algo oscurecido, al centro de tres edificios había un enorme árbol rodeado de algunas plantas silvestres y en pequeño estanque de peses, hacia que todo se viera distinto a lo demás. Ahí, en uno de los asientos alrededor del árbol estaba Dániel, sonreí y me acerque a él.

— ¿lista? — asentí con la cabeza sonriendo.

— (Tn) ¿Dónde vas? — gire en redondo y vi a Minho con el seño fruncido, Mierda, lo había olvidado.

— M-Minho —

— Debemos irnos — giré a ver a Dániel que me miraba confundido.

— lo olvide, debo ir con él a ensayar un cortometraje, lo siento —

— Bueno, vamos, quiero ver como lo haces — giré a ver a Minho, preguntándole con la mirada si podía ir.

— No — dijo seco y giró — apresúrate — bufé y lo seguí.

— Oye, vamos no seas un engreído justo ahora, el vino desde ____ (Tu país) —

— No me interesa, nadie más puede entrar a la SM —

— ¿A la que? — Dije confundida — Minho, por favor —

— No, no  y no —

— Bien, entonces hazlo solo, adiós — frené y di media vuelta.

Escuche a Minho maldecir y me siguió, me apresure  y pude ver a Dániel con una cara neutra, eso me puso incomoda.

— Vámonos Dániel — le dije de lejos — Minho es una mariposita de esas que son famosas por aquí, y su prestigioso or…. — una enorme mano me cubrió la cara y me jaló.

Fix You// SHINeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora