07.Pura tentacion

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Capitulo 7:

-Uhmm-murmuro Myles acomodando su pantalón.

-¿Por casualidad?-dijo girándose hacia él de nuevo.-¿No tendrás ningún tipo de lencería femenina, maquillaje o algo para mi?

¿Algo para ti? Ven, bajame los pantalones y veras lo que tengo para ti, nena.

-¿Me ves con cara de coleccionador de bragas de las chicas que me tiro?- dijo Myles dando un trago a su cerveza. Y reprendió.- Para luego dejarse las a las mujeres que yo mismo protejo. O bueno también exceptuando a los contados homosexuales que también me piden lencería de mujer.

-¿Tienes que ser tan arrogante conmigo?- dijo ella negando con la cabeza. Myles la ladeo, afirmando su pregunta.

-Vete a la mierda.-le dijo sin mas.- eres tu él que me ha llevado hasta aquí. Por lo menos podrías tratarme mejor.

-Nena, yo solo sé tratar bien a las mujeres en un sitio, y ese es en la cama-sonrio.- Si quieres te trato bien.

-Encima, guarro.

-¿Guarro? No por dios, realista- la miro descaradamente.-mira tu cuerpo me pide que me lo coma. Vas provocando como han cualquiera.-le espeto sin remordimiento.-¿Por que no te has puesto los pantalones?

-Por que me van enormes.

-Mira por donde... ¿ Y que llevas debajo?-le dijo, sabiendo la respuesta. Ella se ruborizó.

-Nada.

-Eso afirma lo que digo.

-No soy una cualquiera, no voy provocando, y no es mi culpa si solo se te ocurre dejarme ropas tuyas, que me van cuatro tallas mayores.

-Nena, es lo unico que tengo aquí.- Myles hizo una mueca que hizo reír a Briar.

-¿Tienes ya la cena hecha?- preguntó, simpática de nuevo, a pesar de todo.

-Es tarde, ¿No tienes hambre? Yo puedo preparar algo-Myles sonrió. Briar era la primera vez que lo veía sonreír tan confortablemente.

-Haz lo que quieras, pero seguro que sera mucho mejor que la comida de Trevor.

Ella se rió y busco algunas sartenes, sacando algo de la nevera. Se agacho haciendo que el jersey subiera, dejando ver mucho mas que él muslo. No había manera  de que la erección de Myles bajara. Y él para nada se la tapaba, aunque Briar no se había fijado. Tenia algunos fogones encendidos cuando se giró.

-¿Vas a estar mirándome todo él rato?- dijo sintiendose observada, y es que así era. Myles no le quitaba el ojo.

-¿Te molesta?

-Bueno...-dijo arqueando una ceja.- Podrías hacer otra cosa... No se que me miras tanto.-dijo riendo.

Myles se levantó y la ayudo a preparar la comida. Le paso por detrás, rodeándole suavemente.
Briar sintió él olor de su seductora colonia, mezclada exquisitamente con su propio olor. También sintió él roze de algo, precisamente en su trasero. Myles cortaba algo a su lado. Ella miro discretamente hacia abajo. Era lo que temia, una erección... Mas que enorme. Se sonrojo de inmediato. ¿Myles estaba duro? Era más que evidente, estaba durísimo. Myles sonrió, sabiendo que Briar estaba totalmente ruborizada por aquello. La miro por él rabillo del ojo.

-¿Tanto te avergüenza saber que me excitas?- pregunto como si fuera la cosa mas normal del mundo.

-No, no es eso- mintió.

-¿Es que te sorprende él tamaño acaso?- dijo riéndose. Briar giro la cara, poniéndose mas roja que le tomate que Myles cortaba. Se sentía excitada.  Myles era guapísimo, tenía un cuerpo que cualquier mujer, por muy pura que fuera desearia tocar... Y ahora el tamaño de su maldita erección creada por ella.
Sintió como la excitación se resbalaba muslo abajo. Myles se le acerco desde atras. Le rodeo la cintura con uno de los brazos.  Él corazón de Briar parecía que se le fuera a salir. No tenia experiencia con esto, no tenia experiencia con los hombres. Y a pesar de sus veintidós años se sentía caliente como una adolescente.

Protegeme | BrylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora