Capítulo 3

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Cómo siempre, desperté a mitad de la noche y me senté en el mueble al lado de la ventana y la mire, se veía hermosa allá en lo alto.

Siempre me a gustado mirarla, siempre descubría un detalle nuevo, es como si cada día se volviera más hermosa.

La luna, me encanta en todas sus fases.

Es como un hipnotizante.
Cuando la veo siento un sentimiento único, acogedor, es como si me protegiera.

Mi madre me dijo que cuando nací había luna llena y esa noche estaba lo más brillante.

- Hola. - Di un brinco del susto.

-¿acaso estas loco Nicolas?-  el muy idiota estaba sonriendo.

- perdon?- no creo que eso sea una disculpa. Me miró con esos ojos de cachorro y sentí como si mi estómago había dado un salto.

- ok ok, quita esa cara y estas perdonado, aceptas?- me miró a los ojos y creo que dio su mejor sonrisa.

- acepto.- creo que perdí la conciencia por unos segundos, cuando mire sus labios.

- y dime, por qué te asustaste? -   Lo mire como si hubiese dicho algo estupido. Bueno en realidad si dijo algo estúpido, por lo menos para mi.

  - Como por qué?  Es obvio que si una persona está entretenida en algo como para en no fijarse en nada más. me explico, como que no existiera nada mas y vengas de repente y llegas así, es obvio que se va a asustar. - volvió a sonreír y creo que voy a necesitar un hospital psiquiátrico después de esto. No puedo ni siquiera reaccionar bien.

- Oye, por que eres tan hermoso?-  automáticamente abrió los ojos me di cuenta de mi gran error. No lo acabo de pensar, lo dije en voz alta.

- Así que te gusto! - Dios que vergüenza, TRAGAME TIERRA y escupeme en una isla tomando el sol y bebiendo una margarita.

- pe...perdón, no era mi intensión. Hable en voz alta - y para que me trague con más gusto volví a hablar. QUIEN fue el qué me saco del hospital psiquiátrico? no estoy completamente curada.

El iba a hablar pero un ruido raro nos alerto completamente, salimos de la habitación y entramos a donde  se supone que el  debería estar durmiendo. Y no encontramos nada mas ni nada menos que Doña musa, haciendo de las suyas, tapando con sábanas su cuerpo y el otro muchacho, que ahora no me acuerdo el nombre abajo de ella, y no salvandole la vida presisamente.

Okkkk. - salgo de la habitación y me dirijo a la mía, el me sigue. Al entrar todo el aire que tenia retenido sale de repente.

- OK eso fue totalmente raro. Dijo el sentándose en la orilla de mi cama.

- No puedo sorprenderme más, porque es Musa y ella en si es rara.

- Puedo dormir en el sofa? - me pregunto de repente.

- Sss..Si. - me acosté en mi cama y el se fue al sofa.

El cerro los ojos y yo no pude dejar de mirarlo. Y no me di cuanta en el momento de que yo tan bien los cerré, pero si sabía una cosa, Musa y yo tendremos una larga charla mañana.

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Hola.















Viajando A La LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora