Decididamente, Jack sabía que aquel no sería un día como los demás.
Lo había sabido desde el primer momento al despertarse con la respiración agitada. Pero se lo confirmó aquel hecho que parecía llevar tanto tiempo esperando.
Había llegado ella.
Una joven de su edad, de unos quince años, calculaba, tal vez dieciséis. Cabello castaño claro, sembrado de tirabuzones que le caían por la espalda. Ojos acaramelados, profundos y brillantes. Sonrisa de labios condenadamente sensuales. Por no hablar de su figura: alta y esbelta, con unas curvas que serían descritas con palabras demasiado bruscas y groseras por cualquiera de sus compañeros de clase.
En el mismo instante en el que el chico clavó su cansada mirada verdosa en ella, sintió algo que creía perdido en su interior.
"Eres estúpido" se dijo. No creía en el amor a primera vista; es más, le parecían ridiculeces extremadamente cursis de chicas, ¡ pero es que le estaba pasando exactamente eso! Tal vez se equivocaba, pero rara vez dudaba de sus sentimientos, y menos de los que aquella fascinante chica había provocado en él.
Agarró su mochila aparentando entereza y caminó despacio hacia el colegio. ¿Aquella chica iría a su mismo instituto? Acababa de mudarse, eso era obvio, no paraba de salir y entrar llevando y trayendo cajas pero... ¿Qué más sabía de ella? ¡Nada! Tenía que averiguar su nombre, tenía que hablarle, hacer que se fijase en él... Cursilerías, pensó. Se consideraba un chico bastante romántico y atento; además, las chicas del insti tenían buena opinión de él por lo general, aunque no se comportaba como el típico guaperas fanfarrón y orgulloso que va camelando a todas las chicas y luego las deja tiradas. Era más bien discreto, pero amable y simpático, todo el mundo lo sabía. Puede que sí que tuviera alguna posibilidad con esa chica.
Sin embargo, apresuró el paso y no se atrevió a mirar de nuevo hacia donde había desaparecido "el amor de su vida". Si lo hubiera hecho, se hubiera topado con que la recién llegada lo observaba desde lejos con un brillo de especial interés en sus ojos color miel.