Capítulo 2

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Al salir del patio donde habían peleado, la gente les demostraba que habían recobrado todo el respeto que The Skulls podría haber tratado de arrebatarles, los pasillos se habrían a su paso y los profesores los miraban con una curiosa admiración, omitiendo comentarios sobre el supuesto reglamento "anti-peleas" dentro de la escuela.

Si los de primer año tenían dudas sobre los líderes de la escuela, todo acababa de quedar claro.

Sin embargo, y tal y como Jasmine podía ver, aquella mirada cómplice, esa ligera curvatura de labios, esas diminutas margaritas que se le hacían a Victoria en las mejillas al mirar al Lobo Benson era de un secreto que estaba pronto a salir a la luz, podía por poco saborearlo con sus papilas gustativas, u olerlo en el aire (aparte del sudor y el asqueroso hedor de la acumulación de gente). Tenía unas incontrolables ganas de preguntarle si todas estar peculiaridades no verbales tenían una verdadera razón de ser o era una simple suposición suya.

Cuando Luke se inclinó con una sonrisa en el rostro dispuesto a besarla todas sus suposiciones y preocupaciones se disiparon como niebla.

Si Vicky tenía algo que decirle, confiaba en que se lo diría.

—Diste una buena pelea, hermosa —le besó el cabello con adoración mientras le daba un ligero apretón en la mano derecha.

—Si no me hubieses salvado, de seguro no sigo aquí para contarlo —ambos se sonrieron y Luke pasó el brazo sobre su hombro, orgulloso de su chica.

—¡Vicky! Dime que has visto el golpe que le di —Amy saltaba de un lado tratando de captar la atención de Victoria, que no sabía si escuchar a Ken o a Amy—. Eh, deja de hablarle un rato, es mi turno.

—Aquí no hay turnos enana, siempre voy yo primero.

—¿Quien te ha dicho eso?

—Es que es obvio.

—¡Te voy a-!

—¡Basta los dos! —la mirada de odio que les dedicó los dejó helados—. ¿Qué me decías Amy?

La rubia le sacó la lengua a Ken por haber sido escogida primero y el chico sólo bufó por lo bajo. Todo era porque Amy era menor, si no el habría salido ganador.

Mientras Amy hablaba de los buenos golpes que había asestado y Luke besaba con dulzura a Jass, Taz caminó a un lado de Ken, el cual estaba inmerso en sus propios pensamientos (porque sí, pensaba, muy pocas veces pero lo hacía).

Una vez que Amy ya se sentía satisfecha de toda la información violenta que le había transmitido a su querida adoración, dejó a Victoria un rato tranquila para que reflexionara consigo misma.

Pero Vicky no podía parar de pensar en que sería de este grupo una vez que ella y Ken desaparecieran. No era como que no les tuviera fe, pero Amy tenía un auto-control mínimo de no ser por ella. Una vez estuvo al borde de matar a una chica sólo porque no se dio cuenta que la estaba golpeando demasiado, y si eso pasaba Amy se metería en problemas, Taz trataría de hacer algo por ella, lo cual también lo perjudicaría, dejarían a Jasmine y a Luke solos y la escuela se los comería vivos. Podían ambos pelear por el otro, pero dos jóvenes con autoestima baja contra toda una escuela que solo deseaba destruirlos no pintaba bien. Nada bien.

Un escalofrío le recorrió la espalda.

¿De verdad estaba a punto de dejarlos de lado por huir con Kenley? No era que no quisiera, en el fondo sabía que era lo mejor, un año más viviendo como vivía, rodeada de la perfección de sus hermanas, siendo alimentada con la decepción que su madre y su padre sentían por ella la iba a matar. Ya la estaba llevando directo a un agujero negro del cual sabía que si no escapaba pronto luego no habría vuelta atrás.

¿Y si Caperucita huyó con el Lobo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora