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Capítulo uno: Segundos


En el estado de Tosdema, un lugar ubicado en el centro de América del Sur, se encontraba el nuevo departamento de Tecnología más reciente y avanzado en cuanto equipos de uso moderno «Movilet».

La sociedad que conforma aquel estado comenzaba a desarrollar su potencial en estudios de tecnología y programación, así como también en comercio y economía financiera para exportar productos hacia el extranjero.

El país estaba en pleno desarrollo.

De un pequeño pueblo llamado Santo Tomás, nace una niña de Jhosep y Martha Claros, un matrimonio que ha dedicado la mayor parte de su tiempo en la nueva empresa de tecnología de la capital de Tosdema como administradores, además de ingeniería en sistemas.

Leonor, quien llegó a ser su única hija por cuestiones de tiempo y decisión, realizó estudios de administración al igual que sus padres. Ella ha dado su mayor esfuerzo en estos últimos cinco años de su carrera y ha realizado una maestría en Economía Financiera, por lo cual se encuentra lista para comenzar a trabajar.

Ella es hermosa a su manera, y maravillosa en su interior. Pelinegra como su padre y no tan alta como su madre. Es inteligente y optimista, pero también realista y a veces indecisa.

Aunque tardó en decidir cuál sería el campo para desarrollar su formación profesional, un acontecimiento desagradable con su prometido la llevan a cambiar de zona residencial; ¿su intención? escapar del doloroso momento que está sufriendo a causa de la traición.

Leny se muda a Portland después de haber cursado sus estudios superiores.
Este es un lugar tranquilo y acogedor; la naturaleza que rodea el lugar lo convierte en el sitio perfecto para olvidar el pasado, y eso es lo que Leny necesita en estos momentos.

Ahora ella se encuentra en la estación central de su nuevo hogar, y lo primero que planea hacer es buscar una nueva residencia, ya que con sus veintiocho años siente que no es conveniente para sí misma el hecho de seguir viviendo en la casa de sus padres.

Toma sus maletas y se dirige a la tienda de periódico más cercana.

—Buenos días —saluda al vendedor humilde—. Me vende un ejemplar ¿por favor?

—Claro, señorita. Ahí tiene.

—Muchas gracias —ella lo toma junto a sus maletas, se lo lleva a la plaza más cercana y lo revisa diligentemente mientras come una dona de manzana, el sabor que más le gusta.

En esa búsqueda encuentra el anuncio del departamento que alquilaba una joven de bachillerato, quien requería una compañera de piso para compartir el departamento.

Leny se comunicó con ella inmediatamente y fue en busca de aquel lugar. Dos calles y una plaza cercana fue lo que atravesó, por lo cual llegó a un edificio de cinco pisos muy cerca a la avenida principal.

15, Calle Jael

Todo sale bien en esta ocasión. El departamento es grande y cómodo para su gusto, por lo cual lo toma inmediatamente y la muchacha le da las recomendaciones después de pedir sus papeles.

—Bien. Puedes ocupar la cocina y la sala de estar cuando quieras, pero creo que debemos ponernos de acuerdo para usar el televisor —le dijo Candy, su nueva compañera de piso.

A destiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora