A destiempo

III

Capítulo tres: El inicio del fin

Landon bebía su primer vaso de cortesía y charlaba con su mejor amigo acerca de las estudiantes que lo acosaban en el instituto.

—En serio, ya no existe respeto en los adolescentes. Siento que cuando enseño en el pizarrón, ellas me violan con la mirada. Y qué decir de los varones, encontré un par de gays que de hecho me violaban con los ojos.

Rick echó una carcajada —Deben sorprenderse de que un joven como tú les dé clases. Ya deberías buscarte una novia.

—Es una pérdida de tiempo, ninguna mujer me hace sentir cómodo. Y sabes, justo estos días una de ellas hizo que me echaran de mi turno diurno.

—¿Qué le hiciste o qué?

—Nada, simplemente la contrataron y me echaron al turno nocturno —dijo bebiendo otro vaso—. Para mi que la tipa tiene un romance con el director. Como puedo ver que algunas chicas tratan de que me las tire por aprobar mis materias, veo que son capaces de todo.

—No todas, Landon, de pronto encuentras a una que valga la pena.

—Quizás, pero no voy a perder mi tiempo buscándola. —dijo mirando la ventana, algunas gotas de lluvia estaban cayendo—. Qué bien que traje el paraguas.

—Hombre precavido vale por dos

—Eso sí Rick, eso sí.

El sonido de un teléfono a su detrás hizo que Landon echará un saltito de susto echando su trago.

—¡Mierda!

—Déjalo, yo lo limpio —dijo Rick levantando su trapo húmedo.

Landon quiso ver quién le había dado el susto, y así vio a Leny detrás de él, mirando su teléfono móvil mientras le daba otro sorbo a su vaso de licor.

Él abrió los ojos sorprendido cuando la reconoció, era la chica por la cual le cambiaron el turno. No creía que una persona "tan prestigiosa" podía encontrarse bebiendo sola en un bar a esas horas de la noche.

—Ya vuelvo, Rick —Landon se levantó de su asiento y fue a decirle unas cuantas cosas a la mesa en donde se encontraba.

Se sentó en su frente y la miró un par de segundos hasta que ella elevó la mirada. No lo reconoció, solo lo ignoró como a los demás hombres que venían a invitarle un trago.

Landon sonrió burlón y la miró sorprendido de su aspecto, ella estaba ebria y sola en ese lugar.

—¡Vaya! Creí que la nueva docente profesional "preparada e indispensable" era alguien integra y respetable —dijo sarcástico esperando su reacción.

Leny no accedió a nada, estaba un poco inconsciente y no quería demostrarlo a los demás hasta que se le pasara un poco.

—No contestas —cruzó los brazos sonriendo.

Leny suspiró suavemente, aún tenía malos recuerdos en su mente y no podía quitarlos. Algunas lágrimas cayeron por su rostro sin poder evitarlo. Se las limpió enseguida.

—Landon, no la molestes —susurró Rick desde la barra—. Ha estado aquí un buen rato.

Landon sintió empatía al verla así, tan destruida, y a la vez tan deprimente.

—Oye, ¿estás bien?

Ella lo miró con los ojos rojos durante unos segundos, e inmediato negó con la cabeza al notar la sinceridad en la pregunta de Landon.