Capitulo 2: Las grietas

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Mattew subió decidido hacia donde él había escuchado provenía aquel ruido, as sus espaldas, el camarógrafo, la reportera a y algunos de sus seguidores seguían sus pasos hacia el piso de arriba ansiosos de lo que pudieran ver.

En uno de los armarios se podían escuchar maldiciones y el ruido de cosas que eran aventadas de un lado a otro, el científico tomo el pomo de la puerta y tragando saliva abrió el cuarto rápidamente.

La reportera soltó un grito ahogado, mientras algunos de sus seguidores miraban aterrados el interior del armario. Dentro de este, Sans se encontraba enredado en una serie de navidad y miraba con las cuencas vacías hacia sus impactados espectadores.

Mattew tragó saliva mientras volvía a cerrarle la puerta en la cara a su inadvertido invitado, se aclaro la garganta, y dirijiéndose al público dijo:

- Yo em... la demostración de la maquina será pospuesta por el momento, hasta entonces yo les avisaré cuando puedan regresar.

Lentamente, la gente que se encontraba a los pies de la escalera fue retirándose entre murmullos, los últimos en salir fueron los miembros de la prensa, a los cuales Mattew no vio parpadear del asombro, hasta que abandonaron la residencia.

Una vez salieron todos, el científico cerró la puerta de golpe y echo llave al cerrojo, luego, camino con paso firme y apresurado al segundo piso donde se encontraba (aun amarrado entre las series de navidad), aquel esqueleto comico con las cuencas vacias, que observaba con pena y sin dejar de sonreir al anfitrion.

- ¿Eres Sans? -pregunto el joven sin vacilar

- sep, ¿y tu?

***

Por otro lado, en un parque cercano a la ubicación de la maquina, otra grieta se abrió, dejando al descubierto lo que parecía ser un armario repleto de vestidos de diversos colores.

Star Butterfly llego inmediatamente buscando y revolviendo entre la ropa, un atuendo adecuado para la ocasión, ella y Marco iban a ir al cine esa tarde y no podía dejar nada al azar.

Fue mientras sacaba la última prenda del closet que vio claramente aquella grieta tan extraña la cual se había abierto al fondo del mueble. Con un tanto de curiosidad y sin faltar las medidas preventivas, asomo la cabeza a través de aquel agujero observando asi, claramente la zona del parque donde esta se situaba.

- ¡Marco!, ¡Marco! -El muchacho llego casi corriendo al oír la voz de su compañera tan exaltada

- ¡¿Qué sucede?! -pregunto adoptando pose de batalla

- ¡Mira! -señalo emocionada

El muchacho de pelo castaño observo atentamente la grieta mientras Star era lentamente jalada hacia esta.

- ¿Qué te sucede? -pregunto él- no sabemos si sea seguro

- Oh vamos Marco, hemos ido a cantidad de dimensiones, creo que podemos manejarlo. Además, no puedo controlarlo, es como si una fuerza extraña me atrajera hacia este lugar.

Era cierto, la magia de la varita estaba siendo atraída por la energía que todavía generaba el portal, es por esto que muchas de las grietas estaban siendo abiertas cerca de donde esta se encontraba.

- Ven, vamos a seguirlo

La rubia dio un salto hacia el otro lado, mientras Marco se resignaba a seguir a la princesa mientras susurraba "Adiós a la tarde de cine..."

***

Mattew se encontraba ya en la cocina sirviéndose su tercera taza de café en el día, mientras el esqueleto se limitaba a a mordisquear las bolsitas de Kétchup que te regalan en la comida rápida.

- Entonces... mi maquina esta descompuesta -repuso el joven agobiado mientras su invitado se encogia de hombros

- no del todo, estoy aquí ¿no? -dijo el otro sonriente

Mattew se paso una mano por el pelo mientras miraba al vacío y pensaba en todo lo ocurrido; entonces, un ruido estruendoso como una alarma resonó en sus oídos sacándolo de sus pensamientos.

- ¿y eso que es? -pregunto Sans, quien también se había alarmado por el ruido

- Creo que es la maquina

El joven echo a correr al piso inferior mientras el otro simplemente se teletransportaba al lugar predeterminado. La maquina se sacudía y por una ranura salía sin control una tira larga de papel amarillento con números y símbolos que Mattew no lograba comprender.

- ¿qué es eso? -pregunto Sans

- No sé... parecen coordenadas, pero no tengo idea de donde

Se mantuvo observando aquellos datos tan extraños que no paraban de salir de la maquina cuando alguien tocó a la puerta.

- ¿Eh?, que raro, había jurado que les dije que la presentación se había cancelado

- voy a ver

- ¡Espera no!

No pudo detenerlo, pues apenas termino su frase, Sans se teletransporto sin más a la puerta principal para recibir a sus próximos invitados.

***

El tiempo en cada una de las realidades difiere bastante, por lo que no es raro pensar, que mientras todo esto estaba sucediendo, los gemelos Dipper y Mabel se encontraban a pocas semanas de celebrar su cumpleaños No.13, para entonces el autor de los diarios ya había sido revelado y el raromagedon estaba cada vez más cerca.

Ese día, aparentaba ser uno como cualquiera, bueno, con los típicos misterios y contratiempos que el mismo pueblo ofrecía, sin embargo, cuando Mabel subió a la azotea por su cámara fotográfica, observo lo que daría una vuelta a su vida en tan solo unos pasos.

Una grieta, la cual mostraba una calle vacía, se hallaba entre las dos camas, inmóvil, en espera de que alguien la cruzara. La chica se acercó y pasó su mano a través de esta.

- Pato, ¿ves lo que yo veo? -El animal ladeo un poco su cabeza, intentando comprender lo que su dueña trataba de decir- tengo que contárselo a Dipper

Sin esperar respuesta de su mascota, la castaña salió corriendo de la habitación en busca de su hermano gemelo. Un par de minutos después regreso jalándolo por el brazo.

- Agh, Mabel me lastimas... ¿Qué sucede?...

El chico quedó impresionado al ver semejante anomalía en su habitación y al igual que su hermana, pasó su brazo a través de esta para comprobar que no era una alucinación.

- Tengo que contárselo al tío Ford -exclamo emocionado

- Agh, es enserio Dipper, extraño hacer cosas juntos, además, el Tío Ford esta ocupado lidiando con Bill ahora mismo

- Bueno, tienes razón...

- Ves, ¡Anda vamos!

No espero respuesta, y tomando con una mano a su hermano y con al otra al cerdito, corrió y de un salto atravesó la grieta, aterrizando a media calle.

- Auch -exclamó el joven poniendo se de pie- ¿Dondé estamos?

La bocina de un claxon lo alarmo; al darse la vuelta un camión de carga se dirigía directo hacia ellos, los hermanos solo se abrazaron y sin moverse a de ahí comenzaron a gritar asustados.




La falla del Multiverso (Crossover)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora