Villanos que algún día soñaron

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¡Esto es agotador!!

Tratar de conquistar la ciudad de Grand Prix mientras los inútiles héroes del duo "maravilla" la defienden, complica todo.

Llegó a mi guarida con un gran cansancio sobre mis hombros, activo el sistema de seguridad de respaldo y cambió las contraseñas como de costumbre. Esta situación está volviéndose rutinaria aunque no la cambiaría, mi destino tenía que ser diferente pero no me arrepiento de nada. Sin embargo, esto no quiere decir que no me provoque dolor recordar el cómo fue que llegue a esto; dejo caer mi cuerpo fatigado en mi sillón favorito, una exquisita pieza de mueble con un diseño hermoso tributo a la maldad, bueno, tal vez exagero, a mí me parece de ese modo y Crow también me apoya.

Mi vista se pierde en algún punto incierto del lugar, comienzo a traer muchos recuerdos de mi pasado y sin notarlo una lágrima traicionera recorre mi mejilla silenciosamente. No me duele haberle perdido sino la asquerosa traición de su parte, romper con los principios y amor que juramos defender en nombre de nuestra relación y lo que creíamos correcto; eso es lo que duele, su traición.

- Deja de pensar en cosas innecesarias - la voz de Crow provoca que dé un ligero salto de mi sillón al no esperar su presencia. Mis ojos se fijan en él, en su piel canela, en su cabello obscuro y ojos obsidiana; frente a mí se encontraba el mejor y más fuerte villano de la cuidad, muchos lo consideran un monstruo, para mi persona es mi salvador, Otabek Altin su nombre de civil.

- Yuuri, ¿por qué no me dijiste que irías a la ciudad a armar jaleo? - me cuestiono al mismo tiempo que me tomaba suavemente de mi mano diestra, obligándome a levantar de mi asiento.

- Sólo.... yo sólo quería molestar a tu sabes quién y también porque estaba aburrido - contestó para luego ver cómo Beka se sienta en el sillón y me obliga a sentarme en sus piernas, de modo que mis propias piernas quedan sobre el posabrazos del sillón.

- Si ése era el caso, ¿por qué no me invitaste? Yo también disfruto mucho de molestar a Alucione - sonrió dejando un beso cerca de la comisura de mis labios.

- Lamentó decepcionarte pero "ESE" no estaba con Goldman, al parecer estaba atendiendo un caso de robo al otro lado de la ciudad - decido acariciar su mejilla, pasando mis dedos de vez en cuándo por sus labios, jugando un poco con ellos.

- Así que estuviste a solas con el canoso - me sorprende el cambio de voz que tiene y a la vez no, no pensé que a estas alturas aú n podría sentir celos por ese.

- ¡Ohh vamos!! Deberías de saber que no siento ya nada - me levanto suavemente para darle la espalda a Crow, fingiendo estar indignado.

- No, no, no - pronuncia las palabras lentamente - te fuiste solo y sin permiso... para colmo, estuviste a solas con el canoso. Andas de niño travieso Yuuri... y ya sabes que significa - termina de hablar, soltando una nalgada algo brusca en mi trasero.

- Pero... Beka - no puedo seguir hablando ya que me da un beso un tanto rudo, a pesar de ello también lo disfruto y no dudo corresponder.

Así, una vez más comenzará con su castigo por según él haberle desobedecido, no me dejará tocarlo y muy probablemente me ate de manos a la cabecera de la cama, impidiendo que toque su cuerpo tan bien trabajado, que sin duda es una tortura para mí. Sus caricias son peor que fuego sobre mi piel, pero por mí esta bien; si este es el infierno que me tocó, con gusto me vuelvo un demonio a su servicio. Después de tener el mejor orgasmo en días, ser villanos quita tiempo valioso en pareja, me recargo en su cálido pecho y con una de mis manos delineo delicadamente los músculos de su abdomen, ambos intentado recuperarnos de nuestro encuentro íntimo para ir por un segundo.

Amores inesperados  [Otayuuri Week]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora