5 . PESADILLA ROJA

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Si, lo se, se que prometí subirlo ayer, y no me gusta dar excusas, pero apenas entré a la escuela y créanme que no es lo mismo hacer un capítulo en 2 días que hacerlo en 2 horas. Espero que entiendan y pues de todos modos aquí esta. Espero les guste.
 
Dedicado a Thund3r99
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La Aldea era en sí un lugar muy tranquila de podían ver a las personas trabajando alegremente y a los niños corriendo y jugando, el único inconveniente, según Alluka, era aquel intenso olor a contaminación, de hay en fuera se podía decir que era una Aldea pacífica.

Killua no era tonto, sabía que aquel lugar no era para nada pacifico, era más que claro que aquel repugnante olor era debido a la sobre explotación y quema de los minerales y metales para hacer todas esas armas que los guardias de la puerta portaban.

El se podía considerar como alguien demasiado desconfiado y hasta paranoico, pero algo en aquella aldea no calzaba.

Primero: Aquella muralla parecía demasiada reforzada, casi como si quisieran que nadie entrará, pero eso no tendría sentido, ya que los habían dejado entrar sin más.

Segundo: Otra vez las murallas, cuando estuvieron afuera pudo apreciar múltiples zonas en las que habían rastros de quemaduras y ¿zarpazos?

Y Tercero: Había demasiados guardias sobre la muralla apuntando constantemente al bosque.

¿Que es lo que oculta esta Aldea?

Bisky guiba contenta a los hermanos por la Aldea y en algunas ocasiones se paraba a explícales para que servía cada cosa.

Killua se moría de aburrimiento, pero no debía nada ya que al parecer su hermana estaba más que entretenida, hasta que el hombre que los había interceptado en el muelle se pasó frente a ellos, impidiéndoles el paso.

- Ahora que quieres Tsezguerra, ¿no ves que estoy enseñándoles la Aldea?

- Perdón Bisky, pero Pariston quiere hablar con el forastero.

Bisky se mostró sorprendida y hasta un poco nerviosa, cosa que noto killua inmediatamente.

-¿Quien es Pariston? - pregunto con curiosidad Alluka

Bisky volvió su mirada a los hermanos y sonrió como si nada.

- Oh, veo que te llamo la atención. Pues Pariston es el que nos dirige, es el líder, por ahí decirlo.
Supongo que tiene curiosidad sobre tu hermano, ¿lo dejarías ir con el mientras que nosotras vamos a ver la fabrica de pólvora?

La menor miro a su hermano buscando su aprobación, a lo que el asintió con la cabeza. Ella le sonrió y volteo a ver nuevamente a Bisky.

-¡¡Por supuesto!!, pero.... - miro a los ojos a su hermano - no tardes mucho por favor.

- Claro, no tardaré nada - le respondió el albino a la vez que acariciaba su cabeza - Cuídate Alluka, y cuida muy bien a Nanika.

La menor asintió mientras que los dos adultos los miraban confundidos, ¿Quien es Nanika?, se preguntaban.

Sin decir más Alluka tomo el brazo de Bisky y le pidió seguir, a lo que la otra no se negó, correspondiendo el agarre y despidiéndose de el general y de Killua.

El albino miraba fijamente como las dos chicas se alejaban hasta desaparecer de su vista. Por alguna extraña razón se sintió triste y solitario. Aunque que ser podía esperar de un chico que siempre estuvo alejado de su familia.

- Vamos mocoso, a Pariston no le gusta esperar.

Killua dijo si mirada en la espalda del hombre que se alejaba esperando que el albino lo siguiera, sin embargo el no se movió ni un paso.

El príncipe de la montaña (Killugon) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora